El mercado laboral está peor de lo que indica la tasa de desempleo de 9,1%.
Los 14 millones de estadounidenses desempleados no sólo compiten entre sí. También deben hacerlo contra los 8,8 millones de personas que trabajan medio tiempo, pero que quieren hacerlo de tiempo completo y que no son contabilizados como desempleados.
Cuando la demanda de los consumidores aumenta, las compañías suelen aumentar el número de horas que labora su personal de medio tiempo antes de abrir nuevas plazas, dicen los economistas. Eso significa que tienen margen de maniobra para expandir sus operaciones sin contratar.
Y los desempleados tendrán que enfrentar otra fuente de competencia una vez que la economía mejore: los cerca de 2,6 millones de personas que no son contadas como desempleadas porque dejaron de buscar empleo. Cuando empiecen a hacerlo de nuevo, serán clasificados como desempleados.
La mayor competencia laboral implica que el desempleo podría exceder su media histórica de entre 5% y 6% por varios años más. La Oficina del Presupuesto del Congreso prevé que la tasa de desempleo se mantenga por arriba del 8% hasta el 2014.
En conjunto, los 14 millones de desempleados oficiales, más los trabajadores de medio tiempo que quieren trabajar tiempo completo, más las personas que han dejado de buscar empleo, representan 16,2% de la población estadounidense en edad laboral. Colectivamente componen el sector de «subempleados».
En una economía sana, la tasa de subempleo se mantiene debajo de 10%. Desde que la recesión terminó oficialmente hace más de dos años, esa tasa ha estado en 15% o más.
Entre los estadounidenses frustrados con empleos de medio tiempo está Ryan McGrath. En octubre, regresó de dirigir un proyecto de hotel en Uruguay. No ha podido encontrar empleo de tiempo completo, por lo que ha trabajado de manera independiente como diseñador web para pequeñas empresas en Chicago.
A veces tiene trabajo e ingresos. Pero en ocasiones tiene que pedir dinero prestado para pagar las cuentas. Dice que ha llenado solicitudes para «un millón de empleos».
«Vas a todas estas entrevistas (…) y sales perdiendo siempre», afirma.
A nivel nacional, 4,5 desempleados en promedio compiten por cada plaza laboral abierta. En una economía sana, ese promedio es de dos personas por plaza.