Tradicionalmente, Guatemala se ha relacionado diplomática y comercialmente con países que han jugado un papel importante tanto por el capital invertido, el flujo comercial, así como por la ayuda al desarrollo que estos pudieran brindar. Sin embargo, y a mi criterio personal, el país no ha sabido explotar en su posible totalidad, relaciones que potencialmente podrían aportar crecimiento económico y desarrollo al país. Tal es el caso del gigante de Europa Oriental: Rusia.
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No es un secreto que una de las claves para el desarrollo económico de un país es la atracción de capital extranjero para ser invertido y aprovechado en el mismo. Las autoridades de Guatemala lo saben, sin embargo y por múltiples deficiencias, no nos hemos podido convertir efectivamente en un país “atrapa capitales”, realidad que se debe aspirar a cambiar.
Rusia es el tercer mayor inversor en Guatemala, dato que es ampliamente desconocido por la gran mayoría de guatemaltecos, quienes pensarían que en los primeros lugares estarían otras potencias, como Estados Unidos, aunque la distante realidad indique que en realidad son Canadá y Colombia seguidos por la Federación Rusa.
Las oportunidades potenciales de Guatemala al seguirse abriendo al mercado ruso son múltiples y el abanico de posibilidades de acercamiento bilateral no es solo de índole económica sino también cultural, política, entre otras.
En cuanto al potencial económico, Rusia estaría interesada en una gran gama de productos guatemaltecos pues el mercado es amplio y las oportunidades de diversificar tanto las exportaciones de Guatemala a Rusia como las inversiones de Rusia en Guatemala son interminables. En la actualidad, según información de la Cámara de Industria guatemalteca, Guatemala exporta cardamomo, tabaco, cartón, papel hortalizas, café y ropa, e importa abonos, urea, laminados de hierro, nitrato de amonio, sellos de correo, cartuchos para escopetas, entre otros.
El interés de acercarse, no es únicamente de Guatemala, pues Rusia también ha manifestado, a través de su Ministro de Asuntos Exteriores Serguei Lavrov, su inquietud de constituirse en miembro observador extrarregional del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Por otro lado, en el marco de la firma del Acuerdo de promoción y Protección Recíproca para las Inversiones (APPRI), suscrito el año pasado entre ambas naciones, el Viceministro de desarrollo Económico de Rusia Alexéi Lijachov afirmó que Guatemala es en Centroamérica uno de los socios con más peso y que en los últimos seis años el intercambio comercial se ha duplicado por lo que es de su interés el constante incremento del mismo.
Guatemala debe aprovechar su privilegiada posición geoestratégica, situación que resultaría de gran interés para quienes ponen sus ojos en el país, y convertirse en un país más atractivo para las inversiones, que de incrementarse significativamente, se convertirían en un importante paso para el desarrollo económico.
No obstante, las relaciones económicas no son el único aspecto importante en las relaciones bilaterales Rusia-Guatemala, sino también las relaciones políticas y socioculturales que pueden surgir a partir de un acercamiento más íntimo con esta potencia.
Tras la caída del muro de Berlín, Rusia ha evolucionado como un país dominante, influyente y determinante en la geopolítica. El paradigma unipolar es historia, la multipolaridad hoy en día es una realidad innegable. Ahora es cuando potencias como Rusia, pueden convertirse no solo en un socio comercial, sino en un poderoso socio estratégico y crucial para Guatemala.