Descuidos peligrosos



Tomando en cuenta los problemas que ha sufrido el sistema bancario en los últimos tiempos, con la intervención y cese de operaciones de Bancafé y luego la maliciosa campaña contra el Banco G T Continental, es sumamente peligroso el problema derivado del descuido que tuvieron las autoridades del Banco de Guatemala al no proveerse con tiempo de suficiente billete para atender la demanda que históricamente aumenta en estas fechas cuando el circulante se incrementa por el aguinaldo.

Los bancos del sistema enfrentan dificultades para cubrir las demandas de sus clientes, sobre todo en los cajeros automáticos, y ello genera incertidumbre entre los depositantes que todaví­a viven con el nerviosismo generado por los problemas señalados anteriormente y por la maledicencia que existe y que achaca a varias entidades dificultades que, a juicio del público, se corroboran cuando quieren extraer su dinero de los cajeros y se encuentran con que no tienen disponible.

Hay que remarcar que quieren sacar «su» dinero porque ese concepto elemental es el que rige la actividad bancaria. Los bancos se convierten en encargados de proteger el depósito de los ciudadanos y cuando estos encuentran algún problema para disponer inmediatamente de sus fondos, en lo último que piensan es que el Banco de Guatemala tiene un problema con el suministro de billetes de las distintas denominaciones.

Por ello es que creemos importante hacer una campaña muy fuerte para informar a los clientes del sistema bancario que los problemas de liquidez que se notan sobre todo en los cajeros automáticos, no son problema derivado de alguna crisis en el banco donde tienen sus ahorros. Hemos podido constatar que hay nerviosismo entre la población porque no todos entienden lo que está ocurriendo y urge atajar esas sensaciones de incertidumbre que se manifiestan especialmente ahora cuando la gente recurre a sus ahorros y depósitos para comprar los obsequios propios de la época.

Ojalá que las autoridades entiendan la dimensión del problema, puesto que lo que no podemos permitir es que surjan dudas sobre la solidez del sistema financiero nacional, sobre todo sabiendo que hay gente interesada en crear problemas, como se demostró con la irresponsable campaña negra de hace pocos dí­as y ahora, cuando la gente se encuentra con iliquidez en los cajeros y aun en algunas agencias bancarias a las que no ha alcanzado el circulante, es precisa una explicación clara y contundente. Si los funcionarios del Banco de Guatemala no tomaron en cuenta la demanda que habrí­a, deberán asumir la responsabilidad porque ello ayudará a evitar bolas y especulaciones dañinas para todo el sistema y para la misma estabilidad que el paí­s requiere. No se trata de pasarle facturas a nadie, sino de que cada quien asuma su responsabilidad con madurez para tranquilidad del público.