Un equipo de científicos noruegos descubrió en una isla del archipiélago de Svalbard los restos fósiles de un enorme dinosaurio acuático, de aproximadamente 15 metros de largo, 45 toneladas de peso y dientes de 12 pulgadas. Las dimensiones del cráneo eran casi del doble de tamaño que un tiranosaurio rex.
Este gigantesco depredador, descrito como uno de los descubrimientos paleontológicos más importantes de los últimos tiempos, perteneció a la familia de los pliosaurios, un grupo de reptiles marinos que poseían grandes cráneos, cuellos cortos y cuatro aletas.
Según las mediciones hechas al cráneo y otros fragmentos de hueso, este pliosaurio era el mayor habitante de los mares hace 147 millones de años, y estaba en el sitio más alto de la cadena alimenticia. Se supone que se alimentaba de calamares, peces y otros reptiles marinos.