El cierre de entidades bancarias, la falta de papel moneda y en general los problemas financieros que enfrenta el país, han generado en los últimos días inestabilidad y falta de confianza a los ahorrantes.
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Aunque analistas económicos y financieros coinciden en decir que éste es un proceso normal y esperado, para la mayoría de guatemaltecos y en especial los cuentahabientes, ha sido un golpe difícil de superar; la confianza y credibilidad en las instituciones bancarias está a punto de desaparecer.
Todo empezó la madrugada del 20 de octubre de 2006, cuando por disposición de la Superintendencia de Bancos (SB), y de la Junta Monetaria (JM), se aprobó la intervención en el Banco del Café, S.A., y la creación de una Junta de Exclusión de Activos y Pasivos, lo que llevó al cierre de operaciones del que en ese entonces era considerado como el cuarto banco más sólido del país.
El cierre de operaciones de Bancafé dejó resultados que hasta hoy un considerable grupo de cuentahabientes está viviendo, sobre todo aquellos que invirtieron en Bancafé International.
Veinticuatro días más tarde, de forma silenciosa la Casa de Cambio Forex, que captaba fondos sin autorización, es cerrada.
El uno de diciembre se crea la supuesta campaña negra en contra del Banco G