Descomposición social


Alejandro_Quinteros

El mismo día en que los medios daban cuenta de la masacre perpetrada por un individuo en un cine de los Estados Unidos, también lo hacían de la muerte violenta de similar número de personas en diversos hechos alrededor del país. Un piloto de la ruta 32, tres jóvenes, dos mujeres, una bebé recién nacida, entre otros. De todos ellos, sólo una persona era mayor de 30 años y no llegaba aún a los 40.

Alejandro Quinteros


Muertos a tiros, cuchilladas, desmembrados, estrangulados, todos perdieron la vida en hechos violentos que fácilmente podrían inspirar una película de terror.

A la par de las notas en las que se cuenta su muerte, otras en las que se cuenta la historia de los que esta vez tuvieron la suerte de salir ilesos, o al menos heridos, de otros ataques.

En otras páginas, los ya tradicionales casos de corrupción que pronto quedarán en el olvido porque habrá otros nuevos, mayores o más impactantes, que ocupen su lugar en la mente de los ciudadanos. Y junto a los casos de corrupción, las notas sobre políticos que parecen no tomar en serio su trabajo y que se dedican a perder su tiempo y a hacérselo perder a otros. Algunos de los protagonistas de las notas sobre corrupción fueron políticos y algunos de los protagonistas de las notas de política, lo serán en unos años de las de corrupción.

Estos problemas son los resultados de una espiral viciosa que nos lleva en un descenso vertiginoso hacia la deshumanización. Y es que los casos son cada día más graves y no se ve solución clara a ellos, al menos en el corto plazo. Pues los problemas que llevan años creciendo, no pueden acabar de la noche a la mañana aun tomando las medidas más drásticas, que igualmente nadie se ha atrevido a tomar.

Nuestra sociedad está descompuesta, desbaratada desde su misma base que es la familia. La gran causa, quizás la falta de oportunidades, que ha provocado que las familias se dividan, que padres e hijos no compartan, que haya ausencia dentro de las familias y en suma que falte el amor. Y esa falta de amor dentro de ellas, lleva a sus miembros a buscarlo fuera, intentando llenar un vacío, sin lograrlo muchas veces.

¿Cómo solucionar este problema tan grave? Generando oportunidades, condiciones mediante las cuales las familias puedan en principio mantenerse unidas, pues mientras las divida la necesidad, la situación sólo empeorará.

Y para generar oportunidades es necesario que nos involucremos todos, desde el seno de cada una de nuestras familias. Comprendiendo que la situación en cada familia es distinta y que hay algunas más fracturadas que otras, en principio es necesario practicar la tolerancia, respetando las diferencias de cada uno y evitando mayores fracturas.

Por otro lado, buscando la solución a largo plazo, quienes gobiernan tienen también su parte, una muy importante. Y es que el gobierno debe generar certeza jurídica que permita generar las condiciones que lleven al respeto de los derechos ciudadanos y a través de ellos a la generación de más oportunidades de desarrollo para todos los habitantes de la nación.

Mientras los ciudadanos que nos gobiernan no promuevan el Estado de Derecho y los individuos no practiquemos la tolerancia, no podemos esperar que acabe la descomposición social que hoy nos tiene sumidos en tantos problemas.