Luego de la entrega de los hermanos Valdés Paiz, sindicados de ser los asesinos intelectuales de Rodrigo Rosenberg, se dio a conocer que para resguardar su vida se les trasladará a un espacio en una base militar, esto a dos días de que se aprobara el acuerdo que da vida a esta posibilidad. Carlos Castresana, aún jefe de la CICIG, niega que exista un arreglo previo sobre la entrega y ese traslado.
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Asegurando que todo se ha dado de manera casual, Carlos Castresana, quien próximamente dejará la dirección de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, (CICIG), respondió ante la consulta sobre un posible arreglo para la entrega de los Valdés Paiz.
Dijo además, que la solicitud para que los acusados sean llevados a una base militar es una manera de asegurar la integridad física de ambos.
Sin embargo, Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, señala como «curioso» que se apruebe el Acuerdo 126-2010 y que de inmediato se ubique a los señalados en una base militar, señalando esto como una forma de «privilegio».
Por su parte, Oswaldo Samayoa, señala que no debe hacerse diferencia entre presos de primera o segunda categoría, «los hermanos Valdés tienen que estar privados de libertad a cargo del Sistema Penitenciario y no en una base militar», dice.
Mientras tanto, el vicepresidente Rafael Espada, indica que se realizan las consultas necesarias en la Procuraduría General de la Nación y con los abogados del Ejecutivo para descartar posibles inconstitucionalidades en el acuerdo.