La empresa Montana del proyecto Marlin, quien está a cargo de los trabajos de minería en San Marcos descartó que exista contaminación en el río Tzalá ubicado en ese departamento como lo denunció la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG).
De acuerdo con Montana, personal y consultores de la mina han tomado más de 40 muestras (por punto) en distintas ubicaciones del río antes mencionado. El informe destaca que todos los puntos analizados son afectados por impactos conexos, no de minería, como carreteras públicas, parcelas de terreno agrícolas y otros.
La semana anterior (CEG), por medio del arzobispo ílvaro Ramazzini, mostró su preocupación por los niveles de contaminación del Río Tzalá. Además pidieron a los diputados una moratoria de un año a dichos trabajos, mientras se aclara la situación sobre algunas consultas populares que rechazan la explotación de metales.