Los dirigentes israelíes descartaron hoy congelar la construcción de viviendas en los barrios de colonización judíos de Jerusalén Este, en un desafío al presidente estadounidense Barack Obama y a la comunidad internacional.
«No hay congelamiento de la construcción en Jerusalén, no habrá tal congelamiento, ésta es la política de los gobiernos israelíes desde hace 40 años», declaró a la radio estatal Tzvi Hauser, secretario del gabinete, que acompaña al primer ministro Benjamin Netanyahu en su visita a Estados Unidos.
«No es concebible que haya limitaciones a la construcción en los barrios en los que viven 300.000 habitantes», agregó, aludiendo a la docena de barrios de colonización judía construidos en Jerusalén Este, anexado por Israel en 1967.
Israel, gobernado por una coalición de derecha y extrema derecha favorable a la colonización, aprobó el lunes la construcción de 1.300 viviendas en Jerusalén Este, suscitando la ira de los palestinos y acerbas críticas de Estados Unidos, entre otros países.
El ministro de Educación, Gideon Saar, hizo declaraciones similares: «No podemos llegar a una situación en la que quedarían paralizadas todas nuestras actividades de planificación y de construcción en Jerusalén».
En un comunicado, la oficina de Netanyahu reaccionó ya el martes a la oleada de protestas internacionales repitiendo que «Jerusalén no es una colonia, sino la capital del Estado de Israel» en un tono calificado de «provocador» con respecto a Obama por el analista político de la radio militar Ilil Shahar.
«Israel no aceptó jamás ninguna limitación a la construcción en Jerusalén (…) ni siquiera durante los diez meses de moratoria» de la construcción de colonias en Cisjordania, agregó el texto, aludiendo al congelamiento parcial de construcciones en las colonias de Cisjordania ocupada, que terminó el 26 de septiembre.
«Israel no ve ninguna relación entre el proceso de paz y la política de construcción en Jerusalén», afirmó el despacho del primer ministro.
Netanyahu calificó de «exagerada» la importancia dada a las colonias judías.
Sus afirmaciones suscitaron una nueva reacción de Estados Unidos, que refutó la posición israelí. «Es evidente que hay una relación, en la medida en que incumbe a las dos partes (…) crear las condiciones necesarias para una negociación exitosa», dijo Philip Crowley, portavoz de la diplomacia norteamericana.
En Yakarta, donde realiza una visita, Obama advirtió el miércoles que «persisten inmensos obstáculos» a la paz en Medio Oriente, tras haber criticado implícitamente los nuevos proyectos de construcción en Jerusalén Este.
Por su parte, los palestinos acusaron a Netanyahu de estar «decidido a destruir las negociaciones» de paz, bloqueadas a raíz de la reanudación de la colonización en los territorios ocupados.
Según un sondeo publicado el miércoles, 62% de los palestinos consideran que las negociaciones sólo pueden ser reanudadas si cesa la colonización.