Desarrollo de un modelo exitoso de seguridad


preventiva en Santa Lucí­a Cotzumalguapa

Iván Garcí­a Santiago

¿Cómo se puede lograr que un municipio famoso por los bochinches, la violencia, el narcotráfico y por su alto í­ndice de homicidios pueda mostrar resultados positivos en materia de seguridad ciudadana?


A través de la implementación de una Polí­tica de Seguridad Ciudadana, se pueden lograr resultados positivos. Santa Lucí­a Cotzumalguapa parece ser una excepción en el paí­s, después de estar catalogado como el municipio más violento de Escuintla, el segundo departamento más violento del paí­s, su situación ahora es otra, como lo demuestra el descenso permanente de la tasa de homicidios. De 81 homicidios por cada cien mil habitantes en 2004, bajó a 55 en 2005 y a 47 en 2006.

Ante estos datos es válida la pregunta ¿Qué se hizo en este municipio para lograr un descenso de un 42% en la tasa de homicidios?

Lo primero que vale la pena resaltar es el papel protagónico adquirido por la Municipalidad en el tema de prevención de la violencia. Esta es la primera Municipalidad del paí­s en elaborar, consensuar e implementar una Polí­tica Pública Municipal de Seguridad Ciudadana. Esta polí­tica municipal aborda el tema de la inseguridad desde la prevención, que es el ámbito propio del trabajo municipal.

Según el doctor Julio Paz, alcalde municipal, «La administración de Santa Lucí­a Cotzumalguapa, formuló su estrategia de gobierno sobre la base de tres ejes fundamentales: seguridad, salud y educación, sabiendo que lo positivo que se hace en uno de estos sectores influye en los otros?».

Para el gobierno municipal lo más importante y la razón de su trabajo es el vecino, por ello centra toda su atención en las necesidades que está padeciendo, porque muchas de esas carencias son la causa principal de las acciones violentas, agrega.

«La violencia la enfrentamos por varios flancos, por un lado creamos una Policí­a Municipal que diera apoyo a las acciones en el ordenamiento del municipio y, al mismo tiempo, trabajamos en la creación de oportunidades a través del fortalecimiento de la educación. La Municipalidad ha creado y sostiene 22 establecimientos educativos, entre ellos, escuelas primarias para niños, niñas, adolescentes y escuelas para adultos en plan fin de semana; además, institutos municipales donde se imparte básicos, bachillerato y la carrera de perito contador así­ como un centro no escolarizado de capacitación integral para mujeres», informa.

Con esos programas, según el jefe edilicio, más de 1500 niños están siendo beneficiados, primero porque están recibiendo educación de buen nivel y segundo porque al estar en la escuela se previene que estén en las calles en donde son altamente vulnerables a la violencia y a todo tipo de explotación.

Por otra parte, con el trabajo del «Centro Municipal de Capacitación Integral para la Mujer» se ha proveí­do de herramientas y de alternativas para la generación de ingreso a más de dos mil mujeres del municipio. «Se debe buscar la mayor participación posible de los ciudadanos en cada una de las acciones que se emprendan, la participación ciudadana es un mecanismo para resolver nuestros problemas y construir el municipio que anhelamos».

Dos grandes lecciones

Los orí­genes de la violencia son multicausales y por lo tanto las soluciones a la misma deben ser también múltiples, integrales y decididas. La experiencia de Santa Lucí­a nos deja al menos dos grandes lecciones, la primera de ellas es que la creación de oportunidades de educación y empleo para los miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes es una de las mejores estrategias para la prevención de la violencia que se puede impulsar.

La segunda lección es que la autoridad local, en este caso los gobiernos municipales, tienen un papel importantí­simo en el tema de la prevención de la violencia y del delito. Las municipalidades atendiendo su mandato e impulsando la participación de los y las ciudadanas para trabajar en beneficio de la comunidad pueden crear las condiciones adecuadas que permitan una mejor y más sana convivencia entre los vecinos.

Solo en democracia, respetando los derechos humanos y buscando la participación de todos se puede hablar de seguridad ciudadana. La Seguridad Ciudadana debe ser una guí­a para el trabajo comunitario más que un concepto pasivo.

En conclusión: Para que otros miles de niños, niñas, jóvenes y adultos en otros municipios tengan también una oportunidad, es importante replicar esta experiencia. El Gobierno central, a través del Vice Ministerio de Apoyo Comunitario y las instituciones especializadas en el tema, debe conocer, analizar y sistematizar las acciones locales exitosas en el tema de prevención de la violencia, para que más adelante puedan dar un apoyo efectivo a las autoridades municipales que, como en Santa Lucí­a Cotzumalguapa, responsablemente abordan esta problemática en su municipio.

Desciende la violencia

* De 81 homicidios por cada cien mil habitantes en 2004, bajó a 55 en 2005 y a 47 en 2006.

* En un 42% descendió la tasa de homicidios en Santa Lucí­a Cotzumalguapa.