Desaparecen dos turistas en Irán



Dos turistas belgas desaparecieron ayer en una zona infestada de bandidos y narcotraficantes entre las ciudades de Bam y Zahedán, en el sureste de Irán, declaró hoy a la agencia oficial Irna el prefecto de Bam, Majid Etemadi.

«Las autoridades están investigando para tratar de encontrar a los dos turistas», aseguró Etemadi. Se trata de un hombre de 30 años y de una mujer de 27 que viajan en un automóvil y de quienes no se tienen noticias desde hace dos dí­as.

Irna informó que los dos turistas desaparecieron cerca de Fahraj, en la carretera entre Bam y Zahedán, una zona desértica ubicada en la frontera entre las provincias de Kerman y Sistán-Balouchistán.

Esta región, donde se han registrado varios secuestros de extranjeros desde 1999, es conocida por su inseguridad y es una ruta de tráfico de drogas desde Pakistán y Afganistán.

Muchos de los secuestros tuvieron un final feliz, aunque un banquero jubilado alemán, Heinrich Lambert, murió en un tiroteo entre la policí­a y el hombre que lo secuestró cerca de Kachan, en febrero de 1999.

En junio de 1999, tres italianos que trabajaban en Irán fueron secuestrados por hombres armados cuando se dedicaban al turismo alrededor de Bam. Fueron liberados una semana después.

En otro de los secuestros, ocurrido en agosto de 1999, tres turistas españoles y un italiano fueron retenidos durante dos semanas por la tribu de los Shah-Bakhsh, una de las más importantes de la zona, que exigió canjearlos por dos de los suyos y por los cadáveres de otros cinco caí­dos en una operación policial antidroga.

El sureste de Irán –en particular las provincias de Sistán-Baluchistán y una parte de la provincia de Kerman– está considerado como la zona más insegura del paí­s.

Los guí­as turí­sticos recomiendan mucha prudencia a los turistas que viajen a la zona, mientras que en el resto del paí­s se puede viajar con bastante seguridad.

La proximidad con Pakistán y Afganistán, la persistencia de un modo de vida tribal en una zona pobre, con una fuerte presencia sunita, favorecen el tráfico de drogas y la inseguridad.

Esta inseguridad también está alimentada por la presencia en la región del grupo extremista sunita Jundallah, que desde hace dos años ha multiplicado los atentados armados en la provincia de Sistán-Baluchistán.

«Las autoridades están investigando para tratar de encontrar a los dos turistas».

Majid Etemadi,

oficial Irna el prefecto de Bam.