«Nos sentimos desalentados por esta incapacidad de avanzar», señaló un comunicado del Departamento de Estado enviado.
«Estados Unidos apoya la restauración del orden democrático y constitucional en Honduras, junto con el retorno del presidente Zelaya para que termine su mandato», reafirmó el texto.
«Creemos firmemente que una solución negociada es la forma apropiada de avanzar y que el plan del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, es el apropiado para resolver esta crisis», añadió el texto.
«Ambas partes deberían firmarlo lo antes posible», explicó.
La misión de siete cancilleres y del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, no pudo convencer al régimen de facto para que acepte el retorno de Zelaya, exiliado desde el golpe de Estado del 28 de junio.
Insulza se declaró sin embargo dispuesto a continuar las negociaciones con el gobierno de Roberto Micheletti, desconocido por la comunidad internacional y suspendido de la OEA.
Estados Unidos suspendió el servicio de visas para no inmigrantes (visitantes temporales) en Honduras esta semana, como medida de presión.
Diversos sectores de Honduras manifestaron su preocupación por la decisión de Estados Unidos de suspender la emisión de visas a los hondureños, debido al impacto que la medida podría tener en la economía del país y por la posibilidad de que las sanciones se incrementen.
Tanto la cúpula del sector privado como los pequeños y medianos productores reconocen que la suspensión de visas podría llegar a afectar el clima de negocios con Estados Unidos, a cuyo mercado se dirige más del 50% de las exportaciones del país.
El estadounidense Departamento de Estado emitió el martes una política de no emitir nuevas visas a ciudadanos hondureños, con excepción de los migrantes y de los casos de emergencia, como medida de presión para lograr el retorno del gobierno constitucional del presidente Manuel Zelaya, depuesto el pasado 28 de junio.
La disposición coincidió con el fracaso de una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) que viajó a Tegucigalpa a inicios de esta semana para intentar convencer al gobierno de facto de Roberto Micheletti de aceptar el plan Arias para el retorno de la democracia a Honduras, que prevé el retorno de Zelaya como punto central.
«Esto de las visas tiene un efecto negativo muy grande, sobre todo porque afecta la compra de materias primas, que son necesarias para los procesos productivos de la pequeña y mediana industria», dijo el presidente de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (ANMPIH), Enrique Núñez.
«Esto es consecuencia de la falta de voluntad política del gobierno del señor Micheletti de encontrar una salida política al problema», aseguró Núñez.