Desalentador y violento proceso electoral


El pasado jueves le adelanté que probablemente resumirí­a en este espacio otro de los segmentos de la más reciente publicación del Informe Guatemala, de la Fundación de Derechos Económicos, Sociales y Culturales para Latinoamérica (DESC), que corresponde al apartado referente a las anticipadas campañas electorales y las condiciones de los probables candidatos presidenciales.

Eduardo Villatoro

Efectivamente, el análisis asevera que el proceso electoral que se desarrolla se ha convertido en el carril permanente de la polí­tica en Guatemala desde hace más de un año y lo seguirá siendo, obviamente, durante 2007, pero que es inestable, violento e impredecible.

Se indica que en las últimas encuestas, levantadas a mediados de octubre reciente, el precandidato ílvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza, sigue siendo el favorito, con más de 40% de las intenciones de voto; pero se observan señales que despiertan alarma, como la alta volatilidad y violencia en torno al proceso.

Al respecto, se enfoca el caso del periodista José Carlos Marroquí­n, director de estrategia de la UNE, quien fue objeto de un atentado, sin que, afortunadamente, se produjeran ví­ctimas humanas, pero una veintena de lí­deres medios de los partidos en contienda, especialmente seguidores de Colom, han sido ultimados.

La mayorí­a de los hechos violentos cometidos contra polí­ticos, proviene de intereses de narcotraficantes en el proceso electoral, particularmente por su inclinación a controlar poderes locales, ergo, corporaciones municipales, y diputaciones distritales.

Otro elemento perturbador lo constituye la incertidumbre, a la que le acompaña la falta de confianza, sobre el Tribunal Supremo Electoral, para administrar con eficiencia la descentralización de 15 mil mesas electorales, como lo establece la ley respectiva.

Respecto a las condiciones en que se encuentran los partidos polí­ticos y sus candidatos presidenciales, el informe tampoco las considera alentadoras, incluso en el caso de Colom, puesto que aunque es el favorito, su partido registra una alta migración de cuadros y filiales, incluso más de diputado inconforme por diversas causas.

Ese desplazamiento es más intenso en el interior del paí­s, pero no en los centros urbanos grandes, mientras que el Partido Unionista le ha propuesto una implí­cita alianza que significarí­a marchar juntos en la promoción del candidato a la alcaldí­a capitalina y de algunos municipios del departamento de Guatemala.

Por su parte ?agrega el informe de la DESC.-, el militar Otto Pérez ha desplegado un singular esfuerzo mediático con el cual posesionó su lema de la «mano dura» y su sí­mbolo del puño alzado en el imaginario popular. Aunque suma adeptos, en las encuestas se encuentra muy alejado de Colom, puesto que sólo alcanza el 14% de la simpatí­a popular, lo que no impide que podrí­a pasar a la segunda vuelta, rivalizando con el candidato de la UNE.

En lo que se refiere al FRG, aún no cuenta con candidato presidencial, pero sí­ mantiene el voto duro del 8%, aunque la suerte del partido corre pareja con el destino judicial del general Efraí­n Rí­os Montt. Sin embargo, el FRG considera varias opciones, incluyendo al predicador evangélico Harold Caballeros, hasta hace pocas semanas pastor de la iglesia El Shaddai; el matemático Eduardo Suger, ex rector de la universidad Galileo; el empresario Jorge Raúl Garcí­a Granados, y la diputada Lucrecia Marroquí­n de Palomo, esposa del abogado Francisco Palomo.

No hay forma que despegue el odontólogo Luis Flores, y el PAN se ahoga en su mediocridad y divisionismo, con menos del 5% de intenciones de votos. Se especula que Flores podrí­a abandonar al PAN y emigrar hacia la GANA, huérfana de un candidato convincente.

Después de esos candidatos y partidos polí­ticos, corre un grupo disperso, que incluye al ex alcalde Fritz Garcí­a-Gallont, cuyo solo nombre ya es una desventaja en el área rural, de suerte que sólo es parcialmente fuerte en la capital.

Según el documento de la DESC, luego del fracaso de la GANA en sus elecciones internas (chasco del cual el presidente í“scar Berger es altamente responsable por sus deslices retóricos), tendrá que volver a improvisar un candidato, en tanto que agrupaciones de centro izquierda aparecen diseminadas.

La diputada Nineth Montenegro, quien logró la inscripción de su partido Encuentro por Guatemala en tiempo de muy corto plazo, serí­a una de las aspirantes a la candidatura presidencial, así­ como Pablo Monsanto, por la Alianza Nueva Nación, además de que el sociólogo Héctor Rosada, ex secretario de la Paz, y el activista Miguel íngel Sandoval, asesor de organizaciones campesinas, serí­an las opciones del Movimiento de Izquierdas, conocido como Maí­z.

Aquí­ termina el listado de los presidenciables con serias o remotas posibilidades.

(El amargado precandidato presidencial Romualdo Flores Galón, con menos del 5% de simpatí­as populares, le dice a otro aspirante a la Silla Grande: -Mi mujer no me comprende ¿y la tuya? El adversario polí­tico, con el 1% en las encuestas, responde: -Ella ni siquiera te conoce).