Desafí­os del gobernante Pérez


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Erradicar la pobreza extrema y el hambre es el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM); la meta de este es reducir a la mitad entre 1990 y 2015 el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar (sic).

Factor Méndez Doninelli

 


Es indudable que para el paí­s este objetivo resulta ambicioso, más aún la meta propuesta, sobre todo si tomamos en cuenta que el tiempo que falta para el 2015 es relativamente corto, comparado con el déficit que en el combate a la pobreza y el hambre seguimos arrastrando. O sea, resulta cuesta arriba erradicar ese tipo de males sociales históricos en los próximos cuatro años, cuando nunca antes se han hecho esfuerzos o sostenido polí­ticas públicas que combatan ese flagelo; al contrario, los indicadores sociales y económicos del paí­s son desalentadores. Desnutrición crónica infantil, elevada tasa de mortalidad materna infantil, hambre, y desempleo van en aumento.

El Gobierno oligárquico militar que asumirá la conducción del Estado a partir de enero 2012 tiene el desafí­o de cumplir con los objetivos y metas que la Humanidad se ha propuesto lograr para ampliar las oportunidades y los beneficios del desarrollo a mayores capas de población que hoy viven en condiciones de pobreza extrema muriendo de hambre. Si se quiere actuar con responsabilidad y visión de Nación, todos los programas sociales existentes –que los oligarcas objetaron y criticaron– deben continuar, fortalecerse y ampliarse porque sin duda, son polí­ticas que están ayudando a superar las enormes brechas que evitan a la gente pobre acceder al desarrollo.

El próximo gobernante Pérez tiene el camino trazado, porque el Estado cuenta con  polí­ticas públicas definidas y adoptadas para avanzar en el cumplimiento de las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM); los gobernantes lo único que tienen que hacer es, echarle ganas y continuarlas. ¿Quién con una luz se pierde?

El ejemplo claro de lo que estoy afirmando, son las nueve polí­ticas públicas vinculadas con el ODM referido a erradicar la pobreza extrema y el hambre: 1) Polí­tica de Desarrollo Social y Población. 2) Polí­tica Nacional de Desarrollo Rural Integral. 3) Consejo de Cohesión Social. 4) Polí­tica de Desarrollo Social y Población. 5) Polí­tica educativa 2008-2011. 6) Polí­tica Nacional para el Desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas. 7) Polí­tica Nacional para el Desarrollo Turí­stico Sostenible de Guatemala 2004-2014. 8) Polí­tica de Seguridad Alimentaria y Nutricional. 9) Polí­tica de Protección Social.

Este objetivo 1 tiene tres metas a cumplir: 1. Erradicar a la mitad entre 1990 y 2015 el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar; 2. Alcanzar el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, incluidas las mujeres y los jóvenes; 3. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre.

Como vemos, en materia social los retos para el paí­s son muchos. Hace falta ver si la voluntad polí­tica de los gobernantes es suficiente para entrarle con decisión a la solución de este tipo de flagelos estructurales, que mantienen la desigualdad y exclusión social existentes. Guatemala tiene un bajo índice de Desarrollo Humano IDH, ocupamos el último lugar entre los paí­ses de la región centroamericana.

Al gobernante Pérez le esperan muchos desafí­os, no solo el de la seguridad.

P.S. Se cumplen 30 años de impunidad por la masacre de campesinos en aldea Seguachil, Chisec, Alta Verapaz, el 19 de noviembre 1981, cometida por elementos del Ejército Nacional.