Tras la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), y pláticas de negociación con la Unión Europea, el sector comercial de Guatemala se encuentra con grandes desafíos para trascender en la economía global.
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Carolina Castellanos, Directora Ejecutiva de American Chamber of Commerce (AmCham) indicó que la situación en la que se encuentra Guatemala comercial y políticamente es positiva para todos los pequeños y medianos empresarios que se inician en el ámbito de las exportaciones, toda vez que se capaciten para enfrentar los desafíos que se aproximan.
«En los negocios internacionales hay que actualizarse para poder competir, quienes no buscan apoyo técnico y financiero están en una desventaja que los podría eliminar del sector productivo», agregó.
Clima favorable
Reny Bake, consultora de temas económicos, explicó que es necesaria la participación de los micro, pequeños y medianos empresarios en jornadas de capacitación, sin embargo, el Estado debe crear un clima de confianza para que todos los sectores relacionados con el comercio puedan desarrollarse, brindando préstamos y seguridad financiera.
Bake confirmó su preocupación por el tema de la producción de energía eléctrica, ya que diariamente aumenta la demanda, pero no se produce en mayor cantidad, indicó que Guatemala es el país de Centroamérica de mayor consumo y desarrollo, pero tiene los costos de energía más altos de la región, siendo éste un aspecto negativo en el ámbito comercial.
«Si nos preparamos lograremos superar las dificultades, pero todo depende del trabajo que realicemos, ya pasó un año del acuerdo comercial con Estados Unidos y necesitamos ponernos al día», declaró Bake.
Sin posibilidades
Helmer Velásquez, Director Ejecutivo de la Coordinación de ONG y Cooperativas estima que Guatemala no tiene ninguna posibilidad para enfrentar a los mercados de Estados Unidos y la Unión Europea, ya que el apoyo financiero y técnico lo aprovechan los empresarios con poder económico, mientras los campesinos de áreas rurales tienen pocas posibilidades para comerciar dentro de sus propios mercados.
Velásquez afirma que el ingreso de inversiones internacionales pone en riesgo a miles de comerciantes guatemaltecos que podrían perder su empleo, ya que compiten con las grandes ventajas que tienen los extranjeros que invierten y exportan hacia Guatemala.
En contraste, Carolina Castellanos confirmó que la inversión extranjera directa ha beneficiado enormemente a Guatemala; durante el primer año de DR-CAFTA se generó más de 128,000 plazas de trabajo que han mantenido la estabilidad económica guatemalteca.
Las negociaciones para comerciar libremente con Europa están en marcha, por lo que el sector productivo estima de importancia máxima la capacitación y actualización de las empresas, y los cooperativistas creen que con el estómago vacío y sin conocimientos, el comercio guatemalteco colapsará.