Los gigantes estadounidenses de la industria militar anunciaron otra vez resultados muy sólidos para el primer trimestre, algunos con órdenes de compra a niveles históricos, impulsados por las operaciones en Irak y Afghanistán, que los inmuniza contra la crisis.
Luego de Lockheed Martin el martes y Boeing el miércoles, Raytheon y Northrop Grumman publicaron ayer un beneficio que superó las previsiones del mercado.
Comentando la «sólida performance» de su grupo, William Swanson, presidente ejecutivo de Raytheon, subrayó «el vigor de las órdenes de compra, una lista récord de adquisiciones y sólidas performances operativas».
Al final del primer trimestre, la lista de pedidos del fabricante de misiles alcanzó el nivel histórico de 37.700 millones de dólares.
Pero no fue el único que batiera su propio récord.
Northrop, cuyos resultados -en baja- fueron afectados por una carga excepcional relacionada con su programa para el navío de guerra LHD-8, también dio cuenta de un nivel ínedito de órdenes.
En el primer trimestre logró 4 mil millones de contratos adicionales, para alcanzar el récord 68 mil millones de dólares. Sin contar la renovación de los aviones de reabastecimiento de la US Air Force (por un monto inicial de cerca de 35 mil millones de dólares), cuyo contrato se adjudicó junto con su aliado europeo EADS.
En el origen de este incremento constante del sector, que desafía la desaceleración de la economía estadounidense, está el apetito siempre creciente del Pentágono en materia de armamento.
La directora financiera del departamento de Defensa, Tina Jonas, estimó el martes que el presupuesto global del Pentágono, situado en 515 mil millones de dólares para el año fiscal 2009, debería bajar en 3,3% de aquí a 2013 en dólares constantes (ajustados por inflación).
Sin embargo, el rubro destinado a adquisiciones debería aumentar en 9% en el mismo período, en dólares constantes.
Este movimiento es generalizado.
La división Defensa de Boeing registró un aumento de su beneficio superior al de la aviación comercial en el primer trimestre: 11% (a 7.600 millones de dólares), contra 8% del civil (a 8.200 millones de dólares).
En su sector militar, Boeing se benefició principalmente por una orden plurianual de aviones de transporte V-22 y helicópteros de transporte CH-47.
Hacia fines de marzo, el grupo con sede en Chicago (Illinois, norte) tenía una lista global de órdenes «récord» por un total de 346 mil millones de dólares, en alza de 32% sobre un año: la defensa representa 74 mil 800 millones, equivalente a «más de dos veces el volumen de ventas previsto para 2008».
Para Lockheed, que anunció el martes un beneficio neto en alza de 6%, el sector desequilibrante es el espacial, que le permitió elevar sus previsiones de resultados anuales.
«La mayor parte de la revisión al alza en 10 centavos de las previsiones de resultados por acción proviene de proyecciones de beneficios adicionales en el segmento Sistemas espaciales», explicó el grupo.
Esta buena performance se debe a los resultados de los cohetes propulsores y en particular a United Launch Alliance (ULA), la firma conjunta creada con Boeing para reducir los costos de lanzamiento de la administración estadounidense, subrayó Lockheed.
Incluso los grupos menores se benefician con esta tendencia, como lo muestran los resultados publicados ayer por Rockwell Collins (unos 4.700 millones de dólares en ventas anuales).
El grupo, con sede en Iowa (centro), registró un alza de 20% en su resultado neto trimestral y elevó entre 3,95 dólares-4,05 dólares su objetivo de beneficio anual por acción, contra 3,85-4,00 dólares, antes.