Un empeoramiento de la desaceleración económica en China está poniendo a prueba el empeño de Beijing de mantener las penosas reformas que según sus líderes facilitarán un crecimiento más sostenible a largo plazo.
BEIJING / Agencia AP
Según un sondeo en el sector industrial difundido el miércoles, la actividad de julio cayó a su peor nivel en 11 meses.
Los líderes comunistas intentan hacer de China una nación más parecida a la de las economías desarrolladas, alimentadas por el consumo interno, y reducir su dependencia de las exportaciones e inversiones.
Sus asesores, entre ellos el Banco Mundial, sostienen que es el sendero adecuado para lograr que sigan creciendo los ingresos incluso con una desaceleración del crecimiento a corto plazo.
Beijing ha resistido los llamamientos para estimular la economía, lo que requeriría una nueva ronda de inversiones encabezadas por el gobierno y que podrían perjudicar sus reformas. Sin embargo, encara presiones crecientes luego que el crecimiento en el último trimestre a su punto más bajo en dos décadas, con la posibilidad de pérdidas de empleo, un riesgo políticamente peligroso.
«La tolerancia de un menor crecimiento no es ilimitada», dijo en un informe el economista de JP Morgan Haibin Zhu.
El motivo para una posible intervención, según los analistas, será el mercado laboral y si la economía crea puestos de trabajo en número suficiente.
El creciente nivel de vida ayuda a consolidar el monopolio del Partido Comunista en el poder y el liderazgo no elegido teme que el desempleo pueda fomentar la agitación social. El empleo bajaría al enfriarse la economía.
Los medios informativos dijeron el martes que el primer ministro Li Keqiang dijo que la meta de crecimiento económico de este año es del 7%, desatando esperanzas de que Beijing quizá planee un plan de estímulo limitado.
Estadísticas económicas indican que el crecimiento del menudeo en China, la producción fabril y otros segmentos de la economía no solamente se han desacelerado sino que han caído por debajo de pronósticos considerados conservadores.
Las exportaciones de junio, según los pronósticos, deberían haber crecido menos del 10%, pero bajaron un 3,1% frente al año anterior. Las ventas minoristas no alcanzaron los pronósticos del gobierno. El crecimiento económico del 7,5% en el segundo trimestre fue el quinto consecutivo inferior al 8%.
Los analistas creen que el crecimiento podría ser inferior al 7% en los próximos trimestres.