Los derechos Económicos y Sociales son los más violados en Centroamérica, asegura una investigación de diferentes organizaciones en la región, que acusan a los Estados de maquillar cifras para ocultar la pobreza en defensa del neoliberalismo.
«Centroamérica se caracteriza por un gran nivel de vulnerabilidad e inequidad social, el maquillaje de cifras para defender el modelo neoliberal y el irrespeto a los derechos económicos y sociales es cada vez más evidente», declaró a la AFP Armando Pérez, uno de los encargados del informe elaborado por diferentes organizaciones no gubernamentales de la región.
Flores fue uno de los coordinadores del capítulo «Situación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales» contenido en el informe «Centromérica 2005-2006».
Según el estudio los porcentajes de la población que vive con menos de un dólar diario son: Guatemala un 19%, El Salvador 13,5%, Honduras 20,7%, Nicaragua 45,1%, Costa Rica 2,2% y Panamá 6,5%.
«Preocupa, que en lugar de avanzar en esfuerzos por superar niveles de subdesarrollo, más bien la tendencia es hacia la regresividad de garantías en materia de derechos humanos e incluso ocultar o manipular estadísticas, datos e información con el fin de evitar su impacto político o aparentar prosperidad que no existe para amplios sectores sociales», consignó el informe.
Con base a la información que los investigadores analizaron, concluyen que hay más crecimiento económico en la región centroamericana, pero «no hay mejor distribución de la riqueza en cada país», lo cual según Flores significa que la brecha entre el sector más rico y el más pobre se incrementó.
Guatemala es uno de los países más desiguales por cuanto el 20% de la población más rica se queda con el 59,5% de los ingresos y el 20% de los más pobres apenas recibe el 2,9% de la riqueza.
Los derechos de los ciudadanos, según el estudio también fueron violados con los procesos de privatización en virtud que las promesas de servicios más baratos «no fueron cumplidas».
El papel que están teniendo las empresas transnacionales, con la búsqueda de explotación minera, con megaproyectos de carreteras y otra serie de instalaciones demuestran, según Flores, que «las economías son manejadas a partir de decisiones que están transfiriendo más poder a las transnacionales y están dejando en desventajas a las sociedades centroamericanas».
En la parte laboral, los estados cedieron ante la denominada «flexibilidad laboral» que no permite mejorar el salario de los trabajores.
Las economías no están sobre la base de políticas de estado coherentes, sino que están sustentadas sobre las remesas que envían los que emigraron y que representan un panorama «muy vulnerable» por cuanto dependerán de las políticas migratorias que impulse Estados Unidos.
Según el estudio, «los ciudadanos están indefensos» como en el caso de los nicaragí¼enses ante la transnacional que sirve la electricidad, que incluso por la sospecha de «robo de energía» puede allanar una vivienda.
Situación similar ocurre en El Salvador, donde las transnacionales fijan los precios de los combustibles y en sus estaciones distribuidoras los precios fluctúan y el gobierno en lugar de detener los abusos se limita a decir a sus ciudadanos que «compren donde venden más barato».
Centroamérca vive el «encarecimiento» de los servicios básicos, agua, energía electrica, telefonía, mientras los Estados no mejoran la inversión pública con lo cual el panorama no mejora, es una de las conclusiones del estudio.