DERECHO DE RESPUESTA


He leí­do con sumo interés sus recientes artí­culos en relación con el problema del hambre en Guatemala, interés que, no está de más indicar, usted logra despertar en todas las columnas que escribe.

Estimado Lic. Villatoro:

En esta ocasión me he sentido motivado a expresar algunos comentarios en relación con el escrito aludido, con la salvedad de que el fondo del mismo es compartido totalmente por el suscrito. No obstante, considero de mucha importancia poder aportarle algunos elementos en apoyo a su brillante labor de comunicador social.

Al referirse al colectivo que elaboró el estudio, usted recoge la iniciativa de integrar al Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SINASAN) el conjunto de programas que contempla el Consejo de Cohesión Social, para que responda a planificaciones estratégicas que permitan la participación y la fiscalización social.

La realidad de las cosas es que respetamos las propuestas de este tipo, pero en el Consejo de Cohesión Social preferimos el actuar al hablar, sobre todo cuando se trata de temas cuya importancia no admite discusión, tal el caso del hambre y desnutrición en nuestro paí­s. En concreto, déjeme contarle que programas como Bolsa Solidaria, que inicialmente estaba dirigido a un segmento urbano, ante esta crisis alcanzó dimensión nacional y se ha desarrollado exitosamente en el denominado Corredor Seco, con miras a extenderse hacia el resto del territorio, especialmente en los lugares donde hay más problemas de hambre.

Por otro lado, Mi Familia Progresa empezó a trabajar con un bono nutricional adicional al bono educativo y de salud para las familias de Jocotán y Camotán. Pese a su aplicación relativamente reciente, una verdad evidente es que este año la crisis no fue más severa en estos dos municipios al estar focalizada más severamente en Jalapa. Por ello, con Conasan o sin Conasan, Mi Familia Progresa va a llegar a 100 municipios más durante el próximo año, privilegiando aquellos donde hay mayor problema nutricional.

Otro programa coordinado desde el Consejo de Cohesión Social es Comedores Solidarios. Con toda seguridad vamos a inaugurar próximamente uno de estos centros en Chiquimula. La razón de ello es que el estudio de factibilidad ha demostrado que la población residente en áreas como Jocotán o Camotán desarrolla la mayorí­a de sus actividades en la cabecera chiquimulteca y por ello les resultarí­a más beneficioso que se instalara en dicho centro urbano.

En conclusión, los programas del Consejo de Cohesión Social buscan atacar algo más amplio que el propio Conasan: combatir la pobreza y pobreza extremas, no solamente el hambre y la desnutrición. Por ejemplo, Escuelas Abiertas no tiene mucha ubicación dentro de la estrategia para combatir estos dos últimos flagelos. Todos estos programas, más cuando son aplicados en conjunto, son un valioso estí­mulo para la participación social.

Por lo demás, estamos totalmente de acuerdo en cuanto a asuntos como la aprobación de la Ley de Desarrollo Social y la adjudicación de tierras a los campesinos, procesos que complementarí­an nuestros programas, pero que en la fase actual corresponden a otras instancias.

Con aprecio

Edgar Rosales

Vocero del

Consejo de Cohesión Social