Depurarán a la Policía


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El presidente Porfirio Lobo anunció ayer una comisión de cinco integrantes, que será responsable por la depuración a corto plazo de la Policía, la fiscalía y el poder judicial en Honduras, deshaciéndose de agentes y funcionarios corruptos.

TEGUCIGALPA Agencia AP

Lobo reconoció que esas instituciones han sido contaminadas por el narcotráfico y el crimen organizado.

La comisión ayudará a que el país haga frente a sus desafíos, según el mandatario.

«Honduras tiene muchos retos en materia de seguridad», dijo Lobo, al tomar el juramento a los miembros del grupo. «Y esta comisión se encargará de hacer los cambios necesarios para lograr una coordinación exitosa en el proceso de la seguridad y la aplicación de la justicia del país».

La Comisión de Reforma de la Seguridad Pública quedó integrada por el secretario de Seguridad de la Organización de los Estados Americanos, Adam Blackwell; el general retirado de los carabineros chilenos Aquiles Blu y los hondureños Víctor Meza, Matías Funes y Omar Casco.

«Estamos cansados de no generar un sistema en que los operadores de la justicia garanticen y den confianza a la ciudadanía», dijo Lobo, quien aseguró que «esos cambios los hará la comisión de inmediato».

Poco después del anuncio de Lobo, el ministro de Seguridad Pompeyo Bonilla separó temporalmente de sus cargos a seis altos jefes de la policía y anunció que los someterá a «pruebas de confianza» que no precisó. Tampoco dijo quiénes eran los jefes suspendidos.

En seis meses, Lobo ha destituido a dos directores de la policía y un ministro de Seguridad por no dar resultados en sus cargos para combatir la violencia generalizada en Honduras.

El país de 7 millones de habitantes tuvo el mayor índice homicidios en el mundo durante 2010. Los 6.200 asesinatos representaron 82,1 por cada 100.000 habitantes. El narcotráfico ha crecido en los años recientes, sobre todo en regiones remotas y mal vigiladas, donde los aviones con cargamentos de cocaína procedente de Sudamérica aterrizan en pistas clandestinas.

En un país sin conflicto bélico como Honduras, al menos 19 personas mueren al día a causa de la ola delictiva.