Deportan 4 mil miembros de la etnia hmong


Una mujer de la etnia hmong llora al ser expulsada de Tailandia. FOTO LA HORA: Pornchai KITTIWONGSAKUL

El ejército tailandés comenzó hoy a expulsar hacia Laos a unos 4.000 hmong, etnia minoritaria de Asia suroriental, que ví­ví­an en campamentos, algunos desde hace más de treinta años.


Las fuerzas armadas tailandesas se desplegaron en los últimos dí­as alrededor del campo de Huay Nam Khao, en la provincia de Phetchabun (noreste), para este proyecto unánimemente condenado por la comunidad internacional.

«La operación comenzó a las 05:30 horas del domingo), declaró el coronel Thana Charuvat, coordinador del centro de repatriación, en una conferencia de prensa en el poblado de Khek Noi, a unos 12 kilómetros del campamento.

«Hay cien autobuses para transportar a 40 personas cada uno», agregó. «La operación debe durar una jornada».

Al mediodí­a (05H00 GMT), unos 1.500 hmong habí­an sido evacuados ya, estimó un fotógrafo de la AFP. Un responsable del centro de información del ejército en el lugar confirmó que al menos 1.000 personas ya habí­an partido.

Una parte de los hmong se habí­an unido a los estadounidenses contra los comunistas durante la guerra de Vietnam, cuando el conflicto se extendió a los paí­ses vecinos. Muchos huyeron del régimen comunista de Vientián, en el poder desde 1975, y temen ser maltratados cuando regresen a Laos.

«El gobierno laosiano confirmó que otorgarí­a una amnistí­a a los dirigentes hmong», precisó el coronel Thana.

Bangkok afirma que todos esos hmong son inmigrantes ilegales. La comunidad internacional estima que algunos de ellos, sin duda varios cientos, podrí­an pedir el estatuto de refugiado polí­tico que los protegerí­a de una expulsión.

El domingo, un alto responsable estadounidense habí­a indicado a la AFP que Estados Unidos estaba dispuesto a encontrar «una solución humana y responsable» a este asunto.

El lunes, entre las decenas de llamados a anular la deportación, Washington exhortó una vez más a Bangkok a «suspenderla», lamentando una «grave violación de los principios humanitarios internacionales que Tailandia ha defendido durante largo tiempo».

Con la operación del lunes, Bangkok cumple un acuerdo firmado con Vientián que fija el 31 de diciembre como plazo lí­mite para repatriar a todos los hmong.

«No podemos seguir cargando este peso durante más tiempo y no tenemos ni prueba ni razón para pensar que el gobierno laosiano no respetará su promesa» de garantizar su seguridad, habí­a indicado el domingo el portavoz del gobierno, Panitan Wattanayagorn.

Sin embargo, un diplomático occidental estimó que era «difí­cil imaginar que habrá un real acceso internacional a la comunidad hmong cuando ésta llegue a Laos, teniendo en cuenta experiencias anteriores de repatriación».

Laos, adonde los hmong llegarán «por la tarde», niega sistemáticamente las acusaciones de persecución y este lunes el portavoz de la diplomacia laosiana, Khenthong Nuanthasing, afirmó que su paí­s habí­a previsto «albergues temporales» para acogerlos.

Por la mañana los periodistas estaban retenidos en Khek Noi, sin ninguna posibilidad de acceder al campamento.

La organización Human Right Watch teme que la operación degenere, luego que varios lí­deres hmong dijeran que rechazarí­an ser expulsados.

«El ejército dijo que actuarí­a primero con los lí­deres y potenciales agitadores. Serán controlados y serán los primeros en ser expulsados», indicó Sunai Phasuk, experto que trabaja para Human Right Watch en Tailandia.