Nery Rodenas, de la Oficina de los Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), dio a conocer que en este año se han reportado unas 112 denuncias de personas que han sido torturadas. En 2007 se contabilizaron 455 quejas sobre casos de tortura; las principalmente señaladas fueron las fuerzas de seguridad ciudadana, escuadrones de la muerte y las fuerzas castrenses.
En 1995, Guatemala tipificó como delito la tortura, sin embargo, hasta la fecha no se ha registrado un solo caso donde se haya condenado a los responsables. Según Oswaldo Samayoa, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales, los casos no son investigados fácilmente porque las personas que hacen las denuncias no apoyan a los investigadores por temor a represalias.
De las 112 denuncias registradas el primer semestre de este año, muchas señalan a centros de privación de libertad para adolescentes, cárceles para mujeres y hombres adultos.
El país ratificó el 9 de junio de este año el Protocolo Facultativo de la Convención de Naciones Unidas contra la tortura, otros tratos o penas crueles e inhumanas o degradantes, donde se compromete a cumplir dicho tratado durante el plazo de un año.