Organizadores de la Cumbre Alternativa a la cita de jefes de Estado de América Latina y la Unión Europea de mayo denunciaron que el gobierno peruano pone trabas a la realización de su encuentro, lo que podría impedir la asistencia de presidentes interesados al acto de clausura.
Hasta el momento ha sido imposible que el gobierno nacional autorice un lugar para realizar el acto de clausura donde han manifestado su intención de participar los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador), según señaló hoy Miguel Palacín, uno de los coordinadores de la Cumbre Alternativa.
«No está confirmada la sede aún» para la Cumbre Alternativa, expresó Palacín en conferencia con la prensa extranjera en Lima.
Según señaló, todas las sedes que han sido propuestas por la organización del evento -con capacidad requerida para unas 20 mil personas- han sido rechazadas bajo el argumento de que esos sitios ya alojarán otras actividades.
«Desde enero el gobierno descalificó nuestro encuentro, calificándolo de anticumbre o contra-cumbre, y señalando que estamos con grupos violentos, lo cual no es cierto. No somos violentos ni anticumbre», señaló Palacín.
«Somos críticos, sí; queremos mayor nivel de transparencia, sí. Y no amerita que en un país democrático no podamos expresarnos», señaló.
Tanto este dirigente como Rosa Guillén, también coordinadora del evento, expresaron su preocupación de que la ausencia de una sede repercuta en que haya desbordes si es que las organizaciones deciden tomarse las calles y plazas para manifestar sus opiniones.
Palacín indicó que hubo una reunión con el canciller peruano, José García Belaúnde, y que éste expresó por escrito que el gobierno no estaba contra esta reunión de organizaciones de izquierda. «La carta es bonita pero en la práctica no tenemos nada», expresó.
«Necesitamos que nuestro gobierno dé las garantías a nuestros invitados», dijo.
Guillén, por su parte, expresó que durante la Cumbre Alternativa sesionará un tribunal ético «para juzgar a las multinacionales europeas que han hecho daño en América Latina».
Indicó que 12 empresas de distintos rubros serán juzgadas por este tribunal simbólico que estará conformado por personalidades, entre quienes citó al premio Nóbel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel.
Adicionalmente estas organizaciones entregarán un documento a los presidentes que sesionarán el 16 en la Cumbre América Latina-Unión Europea, cuyos temas centrales son la exclusión social y el cambio climático.
También esperan que el mismo 16 varios presidentes participen de la clausura de su Cumbre: además de Chávez, Morales y Correa, podrían hacerlo el cubano Raúl Castro y el presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo.
La Cumbre Alternativa es preparada por organizaciones no gubernamentales (ONG) sindicales, ambientales, indígenas y sociales de América Latina y Europa.
Sobre las críticas de estas organizaciones, el canciller García Belaúnde dijo a la radio CPN que el gobierno «no tiene ningún problema» con la Cumbre paralela «salvo que los organizadores no han encontrado el local apropiado y esperan que el gobierno se los dé».
«El gobierno está dispuesto a facilitarles seguridad. Vamos a recibir el documento y transmitirle el documento a los presidentes. Pero no me voy a poner a buscar local para ellos», dijo García Belaúnde.