Hombres armados que atacaron a civiles en el sur de Sudán, incluidos niños y ancianos, dejaron «montones y montones» de cadáveres, muchos de ellos en una mezquita y un hospital, denunció hoy un alto funcionario humanitario de la ONU en el país.
Toby Lanzer dijo a The Associated Press en una entrevista telefónica que las matanzas contra ciertas etnias, en una capital estatal, son «muy posiblemente un cambio de juego» en un conflicto que se ha estado librando desde mediados de diciembre y que ha expuesto las hostilidades étnicas de larga data en esta nación del centro de África.
En Ruanda, un país relativamente cercano, al sur, se conmemora este mes el 20 aniversario de un genocidio que mató a un millón de personas. Lanzer dijo que durante ese genocidio, las órdenes de matar fueron emitidas por la radio, al igual que en Sudán del Sur.
«Es la primera vez que estamos conscientes de que una estación de radio local transmitió mensajes de intolerancia al animar a la gente a participar en estas atrocidades», dijo Lanzer, quien el domingo y el lunes estuvo en Bentiu, capital de uno de los 10 estados que forman Sudán del Sur.
«Y esto realmente acelera el desplome de Sudán del Sur hacia una situación aún más difícil y de la que necesita salir», agregó.
Investigadores de derechos humanos de la ONU dijeron el lunes que cientos de civiles fueron asesinados la semana pasada a causa de su origen étnico cuando las fuerzas rebeldes se apoderaron de Bentiu, capital de un estado productor de petróleo. Esas fuerzas rebeldes son Nuer, del mismo grupo étnico del ex vicepresidente Riek Machar, que ahora es un líder rebelde.
Lanzer dijo que miles de civiles de varios grupos étnicos están fluyendo a una base de mantenimiento de la paz de la ONU en Bentiu porque muchos creen que habrá más violencia. En la base hay ahora unas 25.000 personas, pero sólo puede proveer un litro de agua por persona al día y una letrina por cada 350 personas.
«El riesgo de una crisis de salud pública en nuestra base es enorme», dijo.
Raphael Gorgeu, el director de Médicos Sin Fronteras para Sudán del Sur, dijo que en los próximos días morirá gente en la base de la ONU debido a la situación crítica del agua y la sanidad.
Mientras las fuerzas rebeldes entraban a Bentiu la semana pasada, se les hizo creer a los residentes que al entrar en la mezquita estarían a salvo, dijo Lanzer, citando testimonios de sobrevivientes. Sin embargo, una vez dentro, les robaron dinero y celulares, y poco más tarde hombres armados comenzaron a matarlos, tanto dentro de la mezquita como en el interior del hospital de la ciudad.
Si no eras Nuer nada podría salvarte. Los hombres armados mataron sin motivo a todo tipo de personas, incluidos niños y ancianos, añadió Lanzer.