En Guatemala el Estado «genera su impunidad para proteger a sus élites de poder», denunció hoy en Madrid la activista guatemalteca Hellen Mack, que mañana recibirá de manos del rey Juan Carlos el II Premio Rey de España de Derechos Humanos.
«En Guatemala hemos tenido avances pero no suficientes como para decir que estamos en un Estado de derecho», sostuvo en rueda de prensa Hellen Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack, nombre de su hermana asesinada en septiembre de 1990 en un operativo militar ordenado por el estado mayor presidencial.
El jurado de esta distinción que se entrega desde 2002, decidió «por unanimidad» concederlo en su edición 2007 a Hellen Mack «en reconocimiento a su lucha por la defensa de los derechos humanos y por su ardua labor para lograr el esclarecimiento de la ejecución extrajudicial de su hermana».
«Desafortunadamente en Guatemala, la impunidad está protegida por el Estado mismo, y eso impide vivir en democracia», opinó Mack que mencionó los numerosos casos de testigos asesinados y el alcance de la delincuencia organizada.
La lentitud de la justicia es otro de los factores que «sigue demostrando que en Guatemala existe una cultura de la impunidad», aseguró Hellen Mack refiriéndose a casos como el de su hermana o los 25 años que llevan luchando las organizaciones humanitarias para llevar a los tribunales por genocidio al ex dictador Efraín Ríos Montt.
«Si siendo paradigmáticos y notorios (estos casos) no se logran abrir espacios (de justicia), imagínense para el resto de los ciudadanos», se lamentó Mack.
En 1994, el sargento Noel de Jesús Beteta ílvarez del estado mayor presidencial, fue condenado a 25 años de cárcel por el asesinato de Myrna Mack como responsable material. Pero fue recién en 2004 la Corte Suprema de Justicia condenó a 30 años de cárcel por la autoría intelectual al coronel Juan Valencia Osorio, prófugo de la justicia.
Hellen Mack, nacida el 24 de octubre de 1949 en Retalhuleu, se declaró «muy honrada y agradecida» por el premio que recibirá el miércoles de manos del rey Juan Carlos, durante una ceremonia en el Paraninfo del Antiguo colegio de San Ildefonso en la Universidad de Alcalá de Henares, 30 km al este de Madrid.
Hellen Mack, activista de la Fundación Myrna Mack.