Una oleada de contaminación atmosférica exageradamente densa envolvió la zona oriental de China hoy por segunda vez en dos semanas, obligando a las aerolíneas a cancelar vuelos debido a la mala visibilidad y forzando a Pekín a cerrar temporalmente fábricas y reducir el uso de los vehículos estatales.
En la capital el paisaje había perdido todo color. Las lámparas de iluminación pública y el perfil de los edificios se perdían en una niebla blanca mientras los peatones llevaban máscaras para protegerse del aire cáustico. La cancelación de vuelos dejó varados a numerosos pasajeros durante la primera semana del período de más actividad aérea del país, de seis semanas, vinculado al Año Nuevo chino el 10 de febrero.
La embajada de Estados Unidos reportó un nivel máximo por hora de 2,5 partículas por millón, pequeñas partículas que pueden penetrar profundamente en los pulmones, a 526 microgramos por metro cúbico, o «fuera del índice», y más de 20 veces mayor que el nivel de seguridad indicado por la Organización Mundial de la Salud en un período de 24 horas.
Liu Peng, empleado de una institución financiera de Pekín, dijo que mantendrá a su hijo recién nacido en casa.
«Es muy negativo para la salud, obviamente», dijo Liu. «Yo voy a trabajar a diario en bicicleta y siempre me pongo una mascarilla. La contaminación en años recientes probablemente se debe al aumento en la cantidad de automóviles privados y del gobierno».
La visibilidad era de menos de 100 metros (100 yardas) en algunas zonas del oriente de China, informó la agencia oficial de noticias Xinhua. Más de 100 vuelos se cancelaron en la ciudad oriental de Zhengzhou, 33 en Pekín, 20 en Qingdao y 13 en Jinan.
Todos los años el sistema de transporte chino queda abrumado cuando decenas de millones de personas viajan con motivo de las festividades del Nuevo Año Lunar, lo que se considera la mayor migración temporal de personas del mundo.
Ren Haiqiang, un empleado bancario de poco más de 30 años, dijo que había reservado sus boletos para viajar de Pekín el jueves por avión para visitar a su familia en la ciudad costera de Dalian, pero ahora temía que le cancelaran el vuelo.
«Viajar durante las festividades es un gran problema, además de todos los regalos y las visitas a los familiares. Pensé que ir por avión sería la mejor forma de evitar los problemas, pero si el clima se mantiene así estamos en grandes problemas», dijo Ren mientras esperaba en fila en una pastelería en el centro de Pekín.