Congresistas y senadores demócratas hicieron hoy un llamamiento a sus colegas republicanos para que pongan una fecha para el voto en la Cámara de Representantes de Estados Unidos del proyecto de ley de la reforma migratoria, un año después de que el Senado la aprobara.
«Han pasado 365 días, 52 semanas desde que aprobamos en el Senado una reforma migratoria con un voto bipartista», explicó en rueda de prensa el senador demócrata de Nevada, Harry Reid. «Ahora los republicanos tienen un mes para hacerlo».
La reforma migratoria, aprobada por el Senado en junio de 2013, se encuentra atascada en la Cámara de Representantes ante la negativa de los republicanos, que tienen mayoría en la cámara baja, a fijar una fecha para la votación en el pleno.
Los demócratas aseguran que cuentan con los votos bipartistas suficientes para que se apruebe la reforma migratoria. Sólo falta que los republicanos fijen una fecha en el calendario de votaciones de julio.
«Durante un año hemos estado esperando. Hoy le decimos a (el presidente de la Cámara de Representantes John) Boehner: dénos una señal, dénos un voto», dijo la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
El congresista Xavier Becerra se mostró «confiado» en que los republicanos permitan el voto. «Es hora de cumplir. Es hora de tener un voto», añadió Becerra.
«En una democracia lo que se debe tener es al menos una votación para poder decir si queremos una reforma migratoria o no, pero no esconderse de una votación», dijo el senador Bob Menéndez, uno de los miembros de la llamada «banda de los ocho» que redactó la reforma migratoria aprobada por el Senado hace un año.
Menéndez instó a los congresistas republicanos a colocarse «en el lado correcto de la historia», pues si no aprueban la reforma migratoria serán «condenados» por el electorado.
«Los republicanos saben que si no aprueban la reforma migratoria entregarán la Cámara de Representantes, la presidencia y el Senado a los demócratas en 2016 y en 2017 escribiremos nuestro propia reforma migratoria. Y será una ley que les gustará aún menos», advirtió el senador Charles Schumer, otro de «la banda de los ocho».
Sin embargo, de momento, los republicanos no han dado ninguna señal de que vayan a poner fecha para la votación de la reforma migratoria en el calendario de votaciones de julio de la Cámara de Representantes.
En agosto, los congresistas se van de vacaciones y a la vuelta del verano (boreal) es muy difícil que se apruebe la reforma migratoria porque en septiembre quedarán pocos días en el calendario legislativo para la votación.
En noviembre se celebran elecciones legislativas: se renueva la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y un tercio de los cien escaños del Senado.
Los demócratas consideran que el partido republicano está siendo rehén de una minoría: el populista Tea Party, que está metiendo «miedo» al resto de congresistas republicanos sobre las consecuencias que podría tener para ellos un voto a favor de la reforma migratoria.
Si votan a favor de la controvertida reforma migratoria, los republicanos podrían, según algunos analistas políticos, perder su escaño ante los candidatos del Tea Party, contrarios a legalizar a los 11 millones de indocumentados que hay actualmente en el país.