Cuatro senadores demócratas dijeron hoy a la mayoría republicana en la cámara baja que si no abordan la reforma migratoria antes del receso veraniego de agosto, el presidente Barack Obama adoptará medidas en política migratoria vía administrativa.
El senador por Nueva York Chuck Schumer dijo en conferencia de prensa que los republicanos en la cámara baja «tienen seis semanas, desde la última primaria el 10 de junio hasta el receso de agosto. Si no hay reforma migratoria, entonces el presidente Obama actuará por su cuenta».
El presidente del Senado, el senador por Nevada Harry Reid, agregó que la solución ideal es legislativa y no administrativa, e invitó a los republicanos en la cámara baja a sancionar una ley que entre en vigencia en enero del 2017, una vez que Obama haya salido de la Casa Blanca.
«Hemos esperado 329 días (desde que el Senado aprobó un proyecto de ley bipartidista) así que estamos dispuestos a esperar algunas semanas más», agregó Reid.
Los otros dos senadores demócratas en comparecer durante la conferencia de prensa fueron Dick Durbin (Illinois) y Patty Murray (Washington).
La reforma migratoria está congelada en la cámara baja, cuyo presidente John Boehner atribuye la falta de acción a que los republicanos desconfían que el presidente Barack Obama aplique cualquier ley de restricciones en la frontera.
Numerosos activistas e inmigrantes se han manifestado recientemente en Washington y diversas ciudades del país para pedir a Obama que suspenda más deportaciones de manera administrativa, después de que la Casa Blanca suspendiera en 2012 las deportaciones de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.
Como parte de una evaluación ordenada por el presidente Obama, el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson estudia la posibilidad de limitar la deportación de inmigrantes que residen sin permiso en Estados Unidos y que no tengan antecedentes penales peligrosos.
Johnson no ha dicho cuándo planea concluir su evaluación.
Durante otra conferencia de prensa ofrecida previamente, Boehner insistió el jueves en que Obama es el principal obstáculo para que sus copartidarios decidan avanzar en política migratoria.
«Hay muchas conversaciones en curso entre congresistas de ambas bancadas. Pero el presidente tiene responsabilidad aquí, demostrarnos que podemos confiar en él», indicó.
El representante por Illinois Luis Gutiérrez, uno de los demócratas más activos en el tema migratorio, dijo el jueves que «durante las próximas semanas, creo realmente que podemos ver un conjunto de proyectos de ley» sobre reforma migratoria en la cámara baja.
«Y si estoy equivocado y no vemos nada, espero trabajar con el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson y con el presidente Obama para ver qué podemos hacer vía administrativa para reducir las deportaciones y darle algo de compasión al sistema migratorio», indicó al participar en un evento organizado por la publicación National Journal.
«Prefiero una solución legislativa, pero sé que este presidente firmará y usará su bolígrafo para defender a nuestra comunidad inmigrante si el congreso simplemente rehusa hacerlo», agregó.
El promedio anual de deportaciones alcanzó la cifra sin precedentes de 400.000 desde que Obama asumió el poder en 2009.