Demócratas aprobarí­an presupuesto


Rechazo. La resistencia en Irak ha realizado varias protestas para exigir el fin de la invasión.

Los legisladores demócratas apretarán sus dientes este jueves para despachar un nuevo proyecto de presupuesto al presidente George W. Bush, en el que admitieron eliminar un cronograma de retiro de las tropas estadounidenses de Irak.


Está previsto que la Cámara de Representantes vote primero este proyecto multimillonario para financiar las operaciones hasta septiembre, irónicamente, acotado por lí­deres demócratas que repudian algunos de sus contenidos.

Luego el Senado tendrá la oportunidad, quizás este mismo jueves más tarde o el viernes, de discutir el proyecto y si es aprobado, como se espera, será enviado para que Bush lo promulgue, luego de una dura confrontación sobre la sangrienta, costosa y cada vez más impopular guerra.

El presupuesto para operaciones en Irak y Afganistán reemplazará una versión previa por 124.000 millones de dólares vetada por el presidente a comienzos de este mes por contener fechas que fijaban plazos de retiro de tropas, incluidas por los demócratas que conquistaron el año pasado el Congreso con una plataforma antiguerra.

Debido a que carecen de la mayorí­a necesaria de dos tercios para bloquear el veto presidencial, los demócratas finalmente cedieron al pragmatismo polí­tico, luego de una tensa prueba de voluntades con el comandante en jefe.

Al final, los demócratas no estuvieron dispuestos a llegar al fin de semana del Memorial Day, en que los estadounidenses recuerdan a sus muertos en las guerras, pues se arriesgaban a ser retratados como quienes no respaldan a los soldados que enfrentan un caldero de violencia en Irak.

Pero ellos argumentan que pusieron un lí­mite y le advirtieron a Bush que finalmente lo forzarán a terminar la guerra.

«Veo esto como el comienzo del fin de la polí­tica del presidente hacia Irak (…) y el fin del cheque en blanco de más tropas, más dinero, más tiempo y más de lo mismo», dijo el lí­der demócrata en la Cámara, Rahm Emanuel.

En la Cámara, el proyecto será dividido en dos partes: un simple presupuesto de guerra por un monto de unos 100.000 millones de dólares; y otro proyecto por 20.000 millones que contempla aumentos en gastos internos para aplacar a los intranquilos demócratas.

El Senado votará todo como un paquete único.

Pero en una muestra del desagrado demócrata por este retroceso, se prevé que varios influyentes miembros del partido opositor en la Cámara de Representantes se unan a los adversarios de la guerra y voten contra el proyecto, lo que significarí­a que requerirá de los votos republicanos para ser aprobado.

«Es improbable que vote por algo que no tiene un cronograma ni metas para el regreso» de las tropas, dijo la presidenta demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi.

Los republicanos aprovecharon la ambivalencia de Pelosi para atacar los reclamos demócratas, particularmente diciendo que para apaciguar a la base partidaria firmemente opuesta a la guerra, este partido se mueve poco a poco para poner fin a la guerra.

«Los demócratas posiblemente no pueden intentar mostrar el suplemento (presupuestario) como una victoria, cuando la presidenta de la Cámara dice que no va a votar por él», dijo el jefe de la minorí­a republicana en la Cámara, Adam Puttnam.

Miembros del partido minoritario, muchos bajo presión de electores consternados por el creciente precio de la guerra, afirman que ellos han frustrado las «fechas de rendición» demócratas.

El compromiso entre los demócratas y la Casa Blanca contiene la primeras «metas» de seguridad y polí­tica impuestas por el Congreso estadounidense al gobierno iraquí­, que deberá cumplirlas para no arriesgarse a perder la ayuda económica.

También llama a Bush a informar al Congreso sobre los progresos de su estrategia de aumentar casi 30.000 soldados en Irak, en julio y setiembre.