La VII Asamblea del Movimiento Mundial por la Democracia (WMD) fue desarrollada entre los días 14 y 17 de octubre de 2012 en Lima, capital del Perú. El tema de fondo “Democracia para todos” buscó asegurar la participación de la ciudadanía en las instituciones políticas, pero también la inclusión social y económica de todos los estratos de la sociedad.
La cita reunió a más de 500 activistas de todo el mundo, representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil y personalidades internacionales quienes a través del intercambio de experiencias, la consolidación de alianzas, el diálogo concertado, la crítica constructiva y el análisis de retos y fortalezas lograron consolidar esquemas de integración democrática que traerán notables beneficios tanto para los países con democracias sólidas y los países en transición democrática, como aquellos cuya democracia es prácticamente nula e incipiente o bien ha ido en retroceso en los últimos años.
La Asamblea tuvo cerca de 3 plenarias y alrededor de 42 grupos de trabajo. Estos “workshops” trataron temas como el fortalecimiento democrático en países en transición, los mecanismos de protección de derechos humanos, el dialogo interregional entre por ejemplo África y América Latina en términos de sociedad civil, mujeres, jóvenes, población de diversidad sexual, la prevención del retroceso democrático, la libertad de expresión y la defensa del periodismo independiente, las tecnologías 2.0 en el quehacer democrático y otros tópicos importantes, actuales y de relevancia absoluta.
La Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad), que funge como Capítulo Regional del WMD, participó con más de 30 delegados de diferentes países y sectores, se contó con la participación de representantes de grupos indígenas y afro descendientes, grupos de mujeres, organizaciones juveniles, representantes de medios de comunicación independientes, organizaciones de lucha por los derechos de la población LGBT y otra serie de entidades de defensa de la democracia plena, la transparencia en la gestión pública y el respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales.
Se tocaron temas sensibles como el retroceso democrático en Venezuela, las elecciones poco transparentes en Nicaragua, el acecho a la Prensa en Ecuador y Argentina, el debilitamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos por actitudes hostiles de países como Brasil, la represión contra la población indígena en Bolivia, el narcotráfico y la inseguridad ciudadana en Centroamérica, México y Colombia y temas como la disparidad de género, la brecha digital, la pobreza, el acceso a educación y salud de calidad y la violencia contra la población sexualmente diversa.
Al finalizar la Asamblea, se rindieron tres Tributos al Coraje Democrático. El primer homenaje fue brindado a los defensores de Derechos Humanos en Bahrein. El segundo homenaje fue extendido a la lucha por la reivindicación de derechos de las poblaciones de diversidad sexual. Organizaciones de gays, lesbianas, transexuales y transgénero de América Latina se hicieron presentes.
Finalmente se rindió tributo a los movimientos pro democracia en Cuba. Disidentes, organizaciones, activistas democráticos, ex prisioneros políticos y de conciencia, recibieron el galardón y enarbolaron la bandera de la democracia con miras a un cambio real en la isla que conlleve a una liberación del pueblo cubano gravemente diezmado y subyugado por un régimen dictatorial.
Esta es solo una pincelada sobre nuestra experiencia en la VII Asamblea del WMD, una experiencia única para la región y para el mundo entero. Los lazos de amistad, solidaridad y acercamiento permitieron evidenciar las carencias y potenciar las fortalezas que, como ciudadanos del mundo en este siglo XXI, requerimos para consolidar la lucha por la democracia plena, efectiva, sólida y duradera. Una que realmente podamos denominar “Democracia para todos”.