La Unidad Jurídica de la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) con oficinas regionales en San Marcos, se encarga de dar seguimiento a los casos que plantean las mujeres ante los órganos jurisdiccionales en demanda de justicia, informó la encargada, Claudia Puac.
A decir de Puac, las demandas más recurrentes de las mujeres indígenas se relacionan con las agresiones de las cuales son víctimas, como violaciones sexuales, amenazas y maltrato físico, paternidad y filiación matrimonial y extramatrimonial, divorcios y pensiones alimenticias.
En lo que va del año se ha dado asesoría a un promedio de 150 mujeres y se conoció igual número de casos de hechos ilícitos en contra de este sector de la población, lo que representa un incremento de un 50 por ciento más que el año anterior, aseguró la representante.
Sin embargo, el aparente aumento de maltrato y otros actos violatorios se atribuye a que más mujeres conocen sus derechos y los utilizan como instrumento de defensa para denunciar y demandar justicia ante las instituciones correspondientes, dijo la abogada.
Puac concluyó que tanto del Ministerio Público, como de los juzgados se han obtenido dictámenes favorables para las mujeres, situación que rechazan los hombres, debido a que históricamente han sido favorecidos por las leyes, lo que constituye un avance significativo.