Del Potro supera su primer obstáculo


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Juan Martín del Potro prefiere no hablar mucho sobre su muñeca izquierda y del dolor en la articulación que le obligó viajar a Minnesota para verse con un doctor antes del Abierto de Estados Unidos de tenis.

Por ERIC NÚÑEZ NUEVA YORK / Agencia AP

Por ahora, recalca, puede seguir adelante y el argentino sorteó con soltura la primera ronda del último Grand Slam de la temporada con una victoria el miércoles 6-4, 7-6 (4), 6-4 sobre Florent Serra.

Del Potro no sintió timidez en hacer uso del revés con la muñeca de los problemas recientes, de hecho cerrando el segundo set con un golpe que define como «arma importante» en su repertorio.

Hablar de dolores en las muñecas concita malos recuerdos para Del Potro, el campeón del US Open en 2009. Una lesión en la otra muñeca, la derecha, afloró unos meses después de la gran conquista de su carrera, se tuvo que operar y se perdió casi todo la temporada de 2010.

Reapareció en 2011 y paulatinamente ha ido recuperando terreno en cuanto a su ránking, actualmente el número ocho del mundo. Viene de ganar una medalla de bronce en el tenis olímpico que se disputó en el césped de Wimbledon.

Pero la molestia en la muñeca surgió al llegar a Estados Unidos para la gira de cemento. Debió visitar a Richard Berger, el médico que le operó para recibir el visto bueno con miras a Flushing Meadows.

«Estoy bien, va a poco a poco, mejorando», dijo Del Potro sobre la muñeca. «Lo importante es que no corro un riesgo mayor si sigo jugando».

En principio, Del Potro estaba pautado para medirse en el debut con David Nalbandian, un duelo que despertó altas expectativas al enfrentar a los dos mejores jugadores argentinos de la última década.

Pero el mismo se frustró en la víspera, cuando Nalbandian se retiró por culpa de un desgarro abdominal. El francés Serra fue designado como reemplazo en condición de «lucky loser» tras haber perdido en la fase previa.

Del Potro dijo que había preparado el partido con Nalbandian desde el momento que se sorteó el cuadro. Nunca se había topado con Serra, así que tuvo que reconfigurar al vuelo la estrategia.

«No fue fácil, estuve pensando seis días en un jugador y anoche me avisan del cambio», dijo Del Potro, el séptimo cabeza de serie.

Su próximo rival será Ryan Harrison, quien derrotó 7-5, 6-4, 6-2 al alemán Benjamin Becker. Harrison, 61 del mundo, tiene 20 años y es considerado como la gran promesa estadounidense, y su imagen adorna afiches a la entrada del complejo Billie Jean King National Tennis Center.

Cuando ganó el US Open de 2009, Del Potro derrotó al español Rafael Nadal en semifinales y luego a Roger Federer en la final. El argentino y Novak Djokovic son los únicos jugadores que han vencido a Nadal y Federer en la misma cita de un Grand Slam.

«Este es un torneo muy especial para mí, un torneo con los mejores recuerdos de mi vida», dijo Del Potro.

Ayer también marcó la despedida en individuales de Kim Clijsters, campeona de cuatro Grand Slams. La belga, una madre con 29 años, había anunciado de antemano que el US Open iba a ser su último torneo y todo terminó en segunda ronda al perder 7-6 (4), 7-6 (5) ante la británica Laura Robson, de 18 años.

«Este es el sitio que me inspiró para conseguir grandes logros», dijo Clijsters, quien aún tiene previsto actuar en dobles en Flushing Meadows.

Se puede decir que Clijsters tenía un auténtico idilio con la Gran Manzana, ya que aquí salió campeona en 2005, 2009 y 2010.

Clijsters se retiró una primera vez en mayo de 2007 y en febrero de 2008 dio a luz a su hija, Jada. Pero en agosto de 2009, tras actuar en una exhibición en Wimbledon, decidió volver al circuito. Sin ránking y sin preclasificación, maravilló al mundo consagrándose en el US Open de ese.

«Todo esto ha valido la pena», dijo Clijsters, con los ojos llorosos. «Pero ahora estoy entusiasmada con el siguiente capítulo de mi vida».

Robson nunca había podido encadenar dos victorias seguidas en un Grand Slam y su momento de gloria había sido la medalla de plata en los Juegos de Londres en pareja con Andy Murray en dobles mixtos. Murray avanzó a la tercera ronda al vencer 6-2, 6-1, 6-3 al croata Ivan Dodig.

En cuanto a otros resultados de la segunda ronda de la rama femenina, la máxima preclasificada bielorrusa Victoria Azarenka, la rusa Maria Sharapova (3), la checa Petra Kvitova (5) y la australiana y campeona vigente Samantha Stosur avanzaron con triunfos expeditos.

Azarenka lo hizo con un 6-2, 6-2 sobre la belga Kirsten Flipkens; Sharapova destrozó 6-0, 6-1 a la española Lourdes Domínguez Lino; Kvitova se deshizo 6-4, 6-3 de la francesa Alize Cornet; y Stosur tumbó 6-3, 6-0 a la rumana Edina Gallovits-Hall.

Sin Nadal de por medio, David Ferrer comparece al US Open como la carta principal del tenis español.

Ferrer hizo valer su condición de cuarto preclasificado al vencer 6-4, 6-2, 7-6 (3) al sudafricano Kevin Anderson. El US Open es un torneo particularmente especial para el jugador de 34 años. Fue aquí, en 2007, donde alcanzó por primera vez las semifinales de un Grand Slam.

La regularidad es una característica que define cabalmente a Ferrer, quien ha pulido este año sus mejores resultados en las cuatro grandes citas, con cuartos de final en Australia y Wimbledon y semifinales en Francia. También ha redondeado una campaña de éxitos personales sin precedentes en el circuito: cinco títulos en tres superficies diferentes.

La baja de Nadal por una lesión en la rodilla izquierda le hizo subir un escalón en la preclasificación, y de paso aumentaron las expectativas de que Ferrer llegue lejos.

Pero el número cinco del mundo prefiere hacerle la cruz a la palabra favoritismo: «No pienso en ello. El tenis es un deporte individual, cada uno intenta jugar su partido lo mejor posible, pero por sí mismo».

«Con Rafa, es una lástima que no esté aquí, porque es un buen amigo mío, es un buen compañero y se le echa de menos», añadió. «Cuando está él, pues es mucho más favorito que todo el mundo porque es mejor».

También el miércoles, el argentino Leonardo Mayer avanzó a la segunda ronda con un triunfo 6-4, 6-4, 7-5 sobre el polaco Lukasz Kubot.

El estadounidense Brian Baker prosiguió su notable regreso tras una insólita seguidilla de cinco cirugías al vencer 6-3, 6-4, 6-2 al checo Jan Hajek.

La última vez que Baker estuvo en el US Open fue en 2005, año en el que superó al argentino Gastón Gaudio. Pero un par de meses después se sometió a una operación en la cadera izquierda, y luego se sucedieron otros quebrantos que lo dejaron fuera de la actividad durante casi cinco años y medio. Regresó esta temporada, en la que ha subido del puesto 458 del ránking para estar ahora en el 70.