Popularmente se dice que “del amor al odio solo hay un paso†y esos sentimientos hacen que el razonamiento se pierda y produzca acciones y reacciones de las que muchas veces después nos arrepentimos.
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Quienes mantenemos el esfuerzo de estar informados y leer a diario los medios de comunicación impresos, nos hemos enterado de las expresiones públicas que tanto Silvia Gereda como José Zamora han hecho. Desde hace años sé de la intensa relación que ha existido entre ambas personas y respetuoso como soy he considerado que como adultos ambos merecen todo mi respeto, también lo merecen como personas que han escogido el crear opinión pública y el estar involucrados profesional y empresarialmente en medios de comunicación, primero en Siglo.21 y después en elPeriódico.
Conozco a Silvia Gereda Valenzuela desde su concepción por cuanto su padre (Carlitos Gereda) ha sido mi compañero y amigo en la adolescencia en el Colegio San Sebastián y en la juventud como alumnos, ambos, de la Escuela Militar de Chile. Carlos me ha dispensado su amistad y yo siempre se la he reciprocado. También conozco a la madre de Silvia desde adolescente, igual que a su tía, con quien compartí múltiples vivencias, igual que lo hiciera la madre de mis hijos.
A Chepe lo conozco de muchos años: en la compañía Shell, en la Asociación de Amigos del País y en el inicio de Siglo.21, etapa en la que Juan Luis Bosch, Dionisio Gutiérrez y ílvaro Castillo eran los principales accionistas; Leonel Toriello y él los accionistas minoritarios.
Como permanente defensor de la libertad de expresión “de todosâ€, he reconocido el trabajo y el esfuerzo que se hiciera en Siglo.21, fui uno de los dos diputados que estuvimos presentes en sus oficinas cuando en el gobierno de Serrano les quiso intervenir, los acompañé hasta que se terminó la redacción del ejemplar de ese día y se produjo la impresión del mismo en los talleres de la zona 1, de donde me retiré hasta cuando ya se habían impreso los primeros ejemplares, llevándome algunos de ellos en ese aciago día, sin saber que al rato la mayoría de los mismos iba a ser confiscada por el gobierno de Serrano.
Cuando Zamora, apoyado en muchos sentidos por Silvia Gereda hoy de Torrebiarte, inició elPeriódico y Chepe me llamó para pedirme que adquiriera en US $10,000 una acción de esa sociedad mercantil que él denominara Aldea Global S.A., le respondí que en lo personal no deseaba ser socio pero que interpondría mis oficios ante mis consocios y dueños de Kenworth de Centroamérica S.A. para que suscribieran una acción, lo cual efectivamente hicieron al adquirir el título 117, con fecha 28 de octubre de 1996, pasando así a ser accionistas de la empresa panameña Aldea Global S.A., que con fecha 14 de junio de 1996 Chepe y demás socios fundadores habían creado en el país canalero.
Durante los años que Kenworth de Centroamérica tuvo dicha inversión, a pesar de requerirlo por escrito, nunca proporcionaron estados de pérdidas o ganancias o balances. El 12 de junio de 1997, ante un nuevo requerimiento de Chepe, por problemas de liquidez de Aldea Global S.A., le entregué Q10,000 como primer pago de una acción que nunca suscribí por lo que puedo, sin problema decir, que no es verdad que yo haya sido accionista de elPeriódico y/o Aldea Global S.A., razón por la cual es improcedente que en su artículo de fecha 4 de noviembre de 2011 Chepe me considere un accionista y más improcedente, me califique “el menos querido y encartado en tribunales, el exvicepresidente de la República, Francisco Reyes Lópezâ€.
Continuará.