La periodista Marielos Monzón, columnista de Prensa Libre, acusó a uno de los protagonistas de las manifestaciones en Plaza Italia, originadas luego del vídeo del abogado Rosenberg, de quererla provocar diciendo en voz alta que revivirán a los escuadrones de la muerte conocidos como «Mano Blanca» y «Jaguar Justiciero». Se trata de Giovanni Fratti, abogado y docente de la Universidad Francisco Marroquín y «fan» de Manuel Ayau Cordón, según lo sugiere su página de facebook, y aparentemente también heredero de la posición de derecha más recalcitrante.
El hecho es preocupante por lo que podría significar que estén resurgiendo líderes y movimientos bajo las banderas del anticomunismo y la represión organizada. En 2007 realicé para la revista Inforpress Centroamericana un artículo sobre los escuadrones de la muerte y lo lejos que estos se encuentran de cualquier proceso judicial; todavía más que los militares que oficialmente participaron de las violaciones a derechos humanos durante la guerra y tampoco han sido juzgados.
En el artículo cité algunos documentos que vinculan a la Asociación Amigos del País, a la cual perteneció Manuel Ayau, con los escuadrones de la muerte, al igual que al extinto Movimiento de Liberación Nacional -MLN- (Ver Huehuetenango: Historia de una guerra, de Paul Kobrak, Aproximación a Guatemala, de Carlos Cáceres; y Minería y Petróleo, de Luis Solano).
En esa ocasión consulté al «Muso» Ayau sobre su participación en Amigos del País, hecho que no negó, pero dijo desconocer la existencia de escuadrones de la muerte. También reconoció su apoyo a las candidaturas republicanas estadounidenses, una de ellas, que llevó al poder a Ronald Reagan, hecho que fue clave para reactivar el apoyo norteamericano a las estructuras militares guatemaltecas, que había mermado durante la administración de James Carter.
Un hecho, quizás aislado pero ilustrador, es que este artículo publicado en Inforpress, fue republicado en un blog elaborado por un grupo de supuestos liberales denominado «Movimiento Smith Vive», en el cual cambiaron el título del artículo y colocaron en cambio: «El fin justifica los medios, siempre que el fin sea humillar a la izquierda».
La existencia de estos grupos en el presente siglo es prueba que quienes promovieron un anticomunismo exacerbado en décadas pasadas, buscan hacer permanecer vigentes sus pensamientos y estrategias, peor aún, sus prácticas de violencia.
Aunque este tipo de corrientes difícilmente encuentran receptividad, en el actual contexto, el riesgo -como podría estar ocurriendo con las marchas de blanco- es que se manipule a grupos sociales -manipulación mediática, aprovechando el vídeo Rosenberg-, para encauzar su movimiento. Insisto en que muchas personas participan de las manifestaciones motivadas por un legítimo deseo de cambio, sin saber quiénes están protagonizando esas concentraciones.
Expreso mi solidaridad y reconocimiento a Marielos Monzón, por evidenciar la clase de dirigentes que se están perfilando en las movilizaciones de blanco. También me parece acertado, y me suscribo, a su llamado a que los sectores progresistas sumen fuerzas para la construcción de un proyecto que transforme la actual situación política de clientelismo, mercantilismo, narcofuncionarios y de exclusión y criminalización de los pueblos, y así evitar que la derecha más conservadora imponga su agenda.