La corte de justicia de Roma absolvió y dejó en libertad al ex fiscal chileno Alfonso Podlech, quien había sido acusado de la desaparición y muerte de un ciudadano ítalo-chileno tras el golpe militar del general Augusto Pinochet en 1973.
ROMA / Agencia AP
El tribunal sentenció que Podlech quedaba en libertad «por no haber cometido el hecho».
Poco antes de la sentencia, el ex funcionario chileno de 76 años se declaró inocente, aseguró que nunca participó en torturas o interrogatorios y que deseaba pasar los últimos años de su vida «junto al amor de mi familia».
El tribunal escuchó numerosos testigos que vinieron de Chile a declarar en contra del ex fiscal de Temuco, donde Omar Venturelli, un ex sacerdote, fue detenido y posteriormente desapareció.
La Fiscalía italiana abrió en 1998 una investigación para esclarecer la desaparición de cuatro ciudadanos ítalo-chilenos durante la dictadura militar de Chile (1973-1990), entre ellos Venturelli, quien desapareció mientras permanecía bajo arresto.
Podlech se encontraba en la prisión de Rebbibia, en Roma, desde el 13 de agosto de 2008. Fue detenido el 27 de julio de ese año en el aeropuerto madrileño de Barajas en cumplimiento de una orden europea de detención emitida por las autoridades italianas.
Podlech había sido puesto en libertad el 11 de marzo, pero bajo orden de arraigo, porque a juicio del tribunal no existía peligro de que se diera a la fuga. Pero 10 días más tarde fue nuevamente detenido a solicitud del fiscal italiano Giancarlo Capaldo, quien lo acusó de estar preparando su fuga a Chile.
Los abogados de Podlech lo desmintieron pero no pudieron evitar que fuera encarcelado.
También solicitaron la anulación del proceso aduciendo que Venturelli no era italiano y que por esa razón no podía ser juzgado en este país, planteo que el tribunal rechazó. La corte consideró que no existían motivos fundados para suspender el juicio porque el estado de la ciudadanía de Venturelli no había sido nunca puesto en discusión.
El 17 de junio Capaldo había pedido cadena perpetua para Podlech: «Pido que sea castigado con la máxima de la pena y que no le sean concedidas atenuantes por la gravedad del delito».