“Defraudación aduanera, la SAT y usted”


Eugenio_Fernandez

Muchas personas utilizan los términos de contrabando y defraudación aduanera indistintamente y, es un error hacerlo. La principal diferencia radica en que la defraudación aduanera ocurre cuando se evade, dolosamente e intencionalmente el pago de impuestos derivados de la importación de productos. Es decir, el producto pasa por las aduanas del país que están bajo la supervisión y control de la SAT, sin que se paguen los impuestos correspondientes de una forma correcta.

Eugenio R. Fernández
picandopiedragt@gmail.com


El contrabando aduanero es cuando se introduce en el territorio guatemalteco producto del exterior sin utilizar las aduanas del país, aunque sea en frente de las mismas autoridades, como sucede en el río Suchiate a orillas de la ciudad de Tecún Umán, San Marcos; cuando observamos las mercancías que flotan en improvisadas barcazas para transportar mercadería de México a Guatemala sin pagar impuestos.

El tema de la Defraudación Aduanera desde mi punto de vista es más grave que el contrabando ya que prácticamente este se da en las narices de la SAT. La gravedad del asunto es que en la mayoría de los casos, esto ocurre con la venia, participación, asesoría y complicidad de la propia Administración.

Hace un poco más de 20 años cuando trabajaba para una empresa importadora de alimentos se me acercó un Vista de Aduanas para ofrecerme que importara pollo de contrabando. Le tenía que dar solo el 25% de la factura y no me darían problema, es más me garantizaba que nada pasaría y estaría protegido. Por supuesto que no acepte, pero al menos un buen empresario si lo hizo y ha estado en ese negocio desde entonces.

 Hoy día los muchachos en la SAT están corregidos y aumentados. Aunque para ser justos con ellos, el tema es que estos funcionarios solo son los títeres de los grandes titiriteros que controlan todo en el país. Si alguien quiere trabajar allí, lo hace a sabiendas que tendrá que cuadrarse ante las indicaciones que le den los miembros de los poderes ocultos que no trabajan en el Estado y a la vez deberán cumplir con las exigencias de recaudación de la presidencia.

Realmente esto pone a los muchachos contra la espada y la pared. Por una parte tienen que acuerpar la defraudación aduanera que ordenan sus titiriteros y por otro lado tienen que cumplir con la recaudación que exigen sus jefes ¿Cuál es la respuesta a este dilema de la SAT? ¿Quién podrá defenderlos?  Ellos ni lentos ni perezosos dirigen su mirada a usted y a mí. ¡Somos los únicos que realmente podemos salvarlos!
Para alcanzar las metas de recaudación que deja de percibir la SAT por la defraudación aduanera, tienen que clavar y exprimir a los que si tributan, para que tributen más. Bien es sabido por SAT que los pequeños emprendedores y empresarios no tienen los recursos para defenderse, por lo que la SAT tratara de exprimirle todo lo que pueda con reparos tontos y ajustes injustificados. Por aparte saben que les tienen pánico. Al final, usted que paga impuestos, tendrá que pagar más para cubrir el hoyo que deja de percibir la SAT. Es decir usted subsidiará el impuesto que debe pagar su competencia, que defrauda al fisco con ayuda de la SAT. ¿Qué sostenibilidad puede tener este modelo?