Definición de Ecologí­a


La racionalidad ha sido el factor esencial de los seres humanos quienes, con su pensamiento y acción en las diferentes etapas históricas -hasta la actualidad-, han planificado su destino y se encuentran inmersos en un proceso constante de evolución y desarrollo. Con su cultura, desafí­an lo establecido y buscan explicaciones a problemas actuales, habitando y conviviendo en dos mundos: el natural, de fauna y flora, de los estratos terrestres, aire y aguas; y el de las instituciones sociales, con ideas, ciencia y tecnologí­a.

Carlos Cáceres

Es importante destacar lo expuesto en el Popol Vuh, libro sagrado maya, cuando señala que en la naturaleza se desarrollan relaciones e interrelaciones, lo cual significa que miles de especies conviven y forman parte de un conjunto donde cada quien tiene una función especí­fica en el equilibrio ecológico. También es necesario dedicarle atención al desarrollo humano, promoviendo adecuados modelos de producción para mejorar las condiciones de existencia en el área rural. Este aspecto implica ubicar tecnologí­as apropiadas para responder a las necesidades sociales, con el propósito de preservar el uso sostenido de los recursos naturales.

Lo anteriormente expuesto forma parte de la ecologí­a. En la actualidad es una disciplina con especial importancia, pero siempre ha formado parte de la vida humana, pues los integrantes de la sociedad primitiva no podí­an existir sin un conocimiento preciso de su medio ambiente. La palabra ecologí­a proviene del vocablo griego oikos cuyo significado es casa. Una definición precisa serí­a ubicarla como las relaciones e interrelaciones de organismos vivos -animales y plantas- con su medio ambiente. Este último término incluye todo los que nos rodea. La vida, entonces, depende de ví­nculos ambientales los cuales, al modificarse en forma irracional, pueden originar una reacción en cadena y poner en peligro la presencia de hombres y mujeres en la naturaleza.

Los orí­genes de la ecologí­a también se localizan en los procesos de observación y experimentación de hombres y mujeres en diferentes etapas de su vida. Puede afirmarse que la ecologí­a no es una disciplina restringida e integra los ví­nculos de un ser vivo con su medio (autoecologí­a), también estudia al conjunto de una determinada población humana, animal o vegetal con relación a su medio fí­sico y otras poblaciones (demoecologí­a), y el conjunto de seres vivos que pueblan un determinado lugar (sinecologí­a). Estos factores señalan la actividad de los organismos con relación al ambiente.

También puede señalarse a la ecologí­a, por ser esta ciencia, la rama de la biologí­a que se encarga de estudiar las relaciones entre los organismos y el medio, su medio ambiente. Además, la estrecha vinculación de la ecologí­a con la biologí­a permitirí­a situarla como el estudio de la estructura y función de la naturaleza y también como la totalidad o el tipo de las relaciones entre los organismos y su medio ambiente. Todo lo que está presente en el medio ambiente tiene una o más relaciones con los elementos de la naturaleza. Ninguno vive aislado.

Los iniciales estudios sobre ecologí­a se atribuyen al biólogo alemán Ernst Haeckel quien, desde 1869, empezó a preocuparse por el análisis de esta disciplina. Asimismo, diferentes sociólogos realizaron significativas investigaciones, entre los cuales pueden señalarse a Robert E. Park y Ernest E. Burgess, quienes escribieron el texto Introducción a la sociologí­a, donde exponen sus estudios sobre ecologí­a humana.

La revolución industrial, iniciada en Inglaterra en el siglo XVIII, permitió un avance insólito en el progreso de la humanidad. Este hecho dio inicio a una era donde prevalece una gran cantidad de desperdicios. Entre ellos pueden citarse diferentes productos quí­micos -los cuales no es posible destruir o asimilar completamente- y han contaminado el planeta en grados alarmantes. Su pernicioso efecto se acrecienta cada dí­a. Este peligro es difí­cil de erradicar por las dificultades que representa reconstruir el equilibrio ecológico cuando éste ha sido roto

Es conveniente destacar que los seres humanos, a diferencia de animales y plantas, conocen las leyes de la naturaleza y las aplican. De acuerdo a este criterio y según el concepto medio humano, planteado por la Organización de Naciones Unidas, es importante señalar que se refiere a las actividades de hombres y mujeres quienes, al agredir los sistemas ecológicos de los cuales forman parte, afectan su vida y bienestar. Debemos reconsiderar esta situación y modificar nuestra conducta ambiental.