Defiende austeridad con crecimiento


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Austeridad sin crecimiento es una mala receta para sacar al mundo de la crisis económica desatada en el 2008, según la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, quien ofreció a su país como modelo para combatir la recesión global.

NACIONES UNIDAS Agencia AP

La mandataria dijo hoy que hay que encontrar un equilibrio entre austeridad y desarrollo, y ofreció a Brasil como modelo para combatir la crisis al inaugurar el martes la Asamblea General de las Nacines Unidas.

«Las políticas ortodoxas han empeorado la recesión en las economías desarrolladas, con repercusiones en los países emergentes», expresó Rousseff. «Todavía no se han encontrado fórmulas que combinen los ajustes fiscales apropiados con medidas para estimular la inversión y la demanda, que son indispensables para contener la recesión y garantizar el crecimiento económico».

La política monetaria «no puede ser la única respuesta al creciente desempleo, al aumento de la pobreza», indicó.

Rousseff afirmó que las políticas monetarias de los bancos centrales de los países desarrollados generan desequilibrios en las tasas de cambio y que «la consecuente apreciación artificial de las divisas de los países emergentes hace que pierdan mercados, lo que agrava la recesión global».

Para la mandataria, es vital «tratar de reconfigurar la relación entre las políticas monetaria y fiscal».

Brasil, señaló, es prueba de que se puede combinar austeridad con crecimiento y destacó que en años recientes su país acumuló importantes reservas, redujo la deuda pública y sacó a 40 millones de personas de la pobreza, con «políticas sociales innovadoras que consolidaron un enorme mercado nacional».

A pesar de la crisis que golpeó a todos los países, expresó, Brasil logró mantener elevados niveles de empleo, reducir la desigualdad social y mejorar significativamente el ingreso de los trabajadores.

Demostró que la noción de que las medidas para estimular el crecimiento son incompatibles con los planes de austeridad «son un falso dilema».

Por el contrario, no puede haber consolidación fiscal sin recuperación económica, insistió.

«La historia revela que la austeridad, cuando exagerada y sin crecimiento, no funciona», manifestó. «Brasil ha optado por encarar los dos desafíos simultáneamente».

Rousseff criticó asimismo el embargo económico de Estados Unidos a Cuba.

Dijo que «Cuba ha modernizado su modelo económico» y que «para seguir por ese camino, necesita el apoyo de socios cercanos y lejanos».

«Pero la cooperación con el progreso de Cuba se ve afectada por el embargo económico que acosa a su población desde hace décadas», indicó,

Acotó que el embargo es un «anacronismo, que es condenado por la gran mayoría de los miembros de las Naciones Unidas».