El déficit de las cuentas públicas españolas podría haber superado en 2011 el 8% del PIB pronosticado la semana pasada, anunció hoy el ministro de Economía del nuevo gobierno.
Luis de Guindos dijo en una entrevista radial que el gobierno, que asumió sus funciones el 22 de diciembre, descubrió solamente hace unos días la precariedad de las finanzas públicas españolas, por lo que no tuvo otra alternativa que actuar con premura elevando los impuestos a los ingresos salariales y los de los bienes raíces, pese a la promesa electoral de no hacerlo.
El gobernante Partido Popular obtuvo una victoria mayoritaria en los comicios generales del 20 de noviembre, debido en gran parte a una tasa de desempleo superior al 22% y una economía que no crece, acontecimientos que marcaron el fin de siete años de gobierno socialista.
Según De Guindos, ese 8% —frente al 6% pronosticado por los socialistas— habría sido anunciado en cuestión de semanas, con el consiguiente encarecimiento del dinero que toma prestado España en los mercados internacionales de bonos.
El gobierno anunció el viernes un aumento de impuestos y la reducción del gasto presupuestario —unos 15.000 millones de euros (19.000 millones de dólares)— al mimo tiempo que actualizó el déficit que se avecina, para evitar que esas medidas de austeridad fueran ordenadas por Bruselas.
Fue un «acto de responsabilidad» e iniciativa política para evitar que la economía española llegara a una situación que habría sido prácticamente insostenible», dijo de Guindos a la radial Cadena Ser.
Agregó que el gobierno central y las autonomías regionales comparten la responsabilidad de esos excesos en el gasto público.
En cuanto al déficit con el que cerraron las cuentas públicas en 2011, dijo: «Es posible que se pase del 8%, pero espero que no sea mucho».
España, con una economía que es un desastre y la eurozona sacudida por la crisis de la deuda soberana, no puede permitirse el lujo por el momento de anunciar que su déficit será dos puntos más que lo pronosticado sin adoptar rápidamente medidas de austeridad como el incremento de los impuestos, por muy desagradable que sea, agregó.
«España no puede permitirse una desviación tal del déficit. Si no hubiéramos tomado estas medidas, nos las habrían impuesto», insistió el ministro de Economía y Competitividad, pero fue tajante al afirmar a los reporteros: «no tengan ustedes ninguna duda de que de esta se sale».
Las medidas de austeridad forman parte de una extensión del presupuesto general de 2011 por no haber sido aprobado aún el de 2012 cuando el gobierno cambió de manos.
Además, los analistas creen que habrá más medidas de austeridad en el presupuesto de 2012, que será aprobado a fines de marzo.
El gobierno socialista había prometido reducir el déficit de este año al 4,4% del PIB.