Tras avanzar al partido de campeonato de la Conferencia Nacional, Russell Wilson recorrió el vestuario de los Seahawks para asegurarse de que el mensaje a sus compañeros seguía siendo claro.
«No hemos hecho nada todavía», dijo Wilson. Aún nos quedan 60 minutos. Yo estaba hablando con algunos de los muchachos, estaba hablando con el entrenador Carroll, sentado en el vestuario. Te quedan 60 minutos de fútbol, 60 minutos de tu vida en los que puedes jugar, y entonces vas al Super Bowl».
Los Seahawks están a un paso del Super Bowl porque en el partido divisional contra Nueva Orleáns el sábado acataron la filosofía que el entrenador Pete Carroll impuso desde su primer día en Seattle. El eje ha sido acarrear el balón y una defensa férrea, por encima de todo, mucho antes de la llegada de Wilson y la adquisición del wide receiver Percy Harvin.
Así que no fue una sorpresa que el running back Marshawn Lynch siguiese recibiendo el balón y Seattle usase otro abrumador esfuerzo defensivo contra Drew Brees y la potente ofensiva de Nueva Orleáns en la victoria de 23-15 el sábado. Fue una tarde lluviosa de vientos fuertes en la que esos valores que Carroll aprecia tanto tuvieron un papel preponderante.
Lynch finalizó con 140 yardas y los dos touchdowns de Seattle.
«Precisamente por eso es que tú te dedicas a tener un ataque equilibrado y un equipo equilibrado, para cuando tienes ese tipo de situaciones y oportunidades en las que puedes jugar defensa, puedes aprovechar tus oportunidades de goles de campo y salir a acarrear el balón», dijo Carroll. «Pienso que se vio realmente bien».
Seattle recibirá a San Francisco el domingo próximo en el partido de campeonato de la Conferencia Nacional con la posibilidad de avanzar a los playoffs por segunda vez en la historia de la franquicia. El previo Super Bowl fue en 2005, cuando los Seahawks aplastaron a Carolina en casa en el partido de campeonato.
«Se siente increíble, pero eso no significa nada si no ganamos la próxima semana», dijo el fullback Michael Robinson.