El ministro de la Defensa Nacional, Ulises Noé Anzueto Girón, explica que uno de los principales desafíos es retomar la institución para alcanzar los objetivos trazados, en los planes de seguridad y defensa del territorio.




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En entrevista a La Hora, el funcionario destacó que la presencia del narcotráfico es una preocupación muy grande, pero todavía no una amenaza, por lo que el tema debe atenderse de forma adecuada para evitar un problema mayor.
En otros temas, destacó la necesidad de que exista un incremento en el presupuesto que se le asigna anualmente al Ministerio de la Defensa, en base a lo que, según él, se estableció en los Acuerdos de Paz. Al tiempo dio a conocer el cabildeo con personal del Departamento de Estado de Estados Unidos, para que se levante el embargo militar que se le impuso a Guatemala desde 1977.
Finalmente, destacó que la institución armada está conformada por personas, por lo que “fallar es parte de una condición humana”.
¿Cuáles son los desafíos que ha encontrado en estos meses?
Los desafíos que le puedo mencionar son la necesidad de cumplir en tiempo y a cabalidad con los objetivos que como institución se nos ha trazado en el plan de gobierno del presidente Otto Pérez Molina. Él fue muy explícito con nosotros desde el día 15 de enero; si usted recordará, en el acto que se dio en la Brigada Militar Mariscal Zavala, fue un acto donde se hizo presente el Ejército a su nuevo Comandante General. Él demandó de nosotros que hagamos la interdicción del territorio nacional a las amenazas, a la seguridad nacional, a la seguridad pública y a la seguridad ciudadana que afectan a la población guatemalteca.
Por otro lado, nos ofreció algunas situaciones que favorecen a la familia militar; a eso le llamamos el bienestar del personal. Siempre vamos a estar como militares enfocados en nuestras dos obligaciones principales, el cumplimiento de la misión y el bienestar del personal, y desde este punto de vista, él ofreció ayudarnos a fortalecer el sistema previsional militar y el sistema de salud de la familia militar. Cumplir con esos objetivos, ese es mi desafío, retomar la institución, enfocarla en el cumplimiento de esos objetivos y darle una motivación especial para que, todos unidos en una acción o en una acción cinegética, podamos alcanzar los objetivos en el menor tiempo posible, de la mejor manera posible. Ese sería el reto.
¿Qué tipo de amenazas ha encontrado?
El concepto de amenaza dentro del vocabulario militar es muy amplio. Podemos decir que amenaza es un desafío o un problema que ha alcanzado ciertas condiciones de recursos, de organización de intención, que le da la capacidad de oponerse a la consecución de los objetivos fundamentales del Estado, a los objetivos nacionales permanentes. Dentro de ese concepto, nosotros creemos que los problemas más serios que afronta la seguridad del país, la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad ciudadana son el narcotráfico y el crimen organizado, en ese orden. Todas las acciones que estas dos manifestaciones o estas dos acciones en su conjunto representan en contra de la seguridad de la población guatemalteca, son los problemas más serios que tenemos. No están todavía, en opinión nuestra, en la categoría de ser amenazas, porque no tienen la capacidad de oponerse a la concepción de los objetivos nacionales del Estado guatemalteco, pero sí son preocupaciones muy fuertes que tenemos que atender, porque si no se atienden en determinado momento pueden crecer, escalar en su capacidad y sí pueden constituirse en problemas serios a nuestra seguridad.
¿Considera que la presencia de Los Zetas en el territorio nacional no es una amenaza?
Por eso le decía que conceptualmente la amenaza es un problema muy serio que se opone a la consecución de los objetivos del Estado. Realmente las manifestaciones del narcotráfico, como de todos es sabido, y dentro de ellos el accionar de Los Zetas, son hechos aislados, que no confrontan directamente al poder del Estado guatemalteco, no tienen esa capacidad. Le puedo poner un ejemplo, cuando Los Zetas incursionaron en el territorio guatemalteco hace como un año y medio en el departamento del Petén, la manifestación más espeluznante, pero también más evidente de lo que ellos entraron hacer al territorio guatemalteco, lo constituyó la masacre de la finca Los Cocos, en el departamento de Petén, en donde ellos decapitaron, mutilaron a 27 jornaleros guatemaltecos; inmediatamente se decretó un estado de sitio, las fuerzas de seguridad salieron y ellos se fueron del territorio, buscaron otros lugares, salieron por diferentes sitios. Supuestamente salieron del territorio guatemalteco con destino a otros países, presumiblemente regresaron a México, pero no enfrentaron a las fuerzas de seguridad del Estado. Ahí está donde ellos todavía, afortunadamente, no tienen la capacidad de enfrentar a las fuerzas de seguridad, por lo tanto no han alcanzado la capacidad, la organización, los recursos necesarios en el territorio nacional para oponerse a las fuerzas de seguridad.
¿Qué necesitan las fuerzas castrenses de forma urgente?
Le mencionaba al principio que nosotros entramos en una fase de diagnóstico cuando el gobierno del general Pérez Molina tomó posesión; esa fue la primera etapa. Yo recibí el Ministerio, (pero) inmediatamente con el equipo de trabajo desde antes de asumir, habíamos empezado a levantar una situación actual de la institución. Entonces establecimos que tenemos tres situaciones que hay que determinar. En primer lugar cómo estamos y en base a eso el presupuesto asignado al año. El presupuesto asignado el año pasado fue de mil 654 millones de quetzales, de los cuales, no toda esa cantidad de dinero es contante y sonante; solo tenemos aproximadamente mil 585 millones de quetzales que son dinero en efectivo, de los cuales Q100 millones están destinados específicamente para la creación de dos brigadas especiales en este año, a eso hay que restarle esos Q100 millones a los mil 585 millones de quetzales, ese es el dinero con el que nosotros contamos. El resto de Q1,585 a Q1,654, no es un dinero con el que nosotros podamos contar; eso escasamente hace un presupuesto de punto 33 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), del país.
¿Cuánto podrían solicitar de presupuesto el próximo año?
Es sencillo. Nosotros lo que queremos es que se respete lo establecido en los Acuerdos de Paz, porque los Acuerdos de Paz no son leyes del Estado, sin embargo son un referente que se ha utilizado porque son el producto de momentos de acuerdo, en los cuales con conocimiento técnico, producto de una larga discusión se llegó a determinar que esto era lo adecuado, que el Ejército se redujera a un porcentaje de sus efectivos y en un porcentaje de su presupuesto, del momento en que los Acuerdos de Paz se firmaron, entonces se hizo con el criterio técnico y con un porcentaje del PIB, con la idea de que iba a ir en la medida que el PIB fuera creciendo, también iba a ir incrementando ese porcentaje, para mantener a la institución dentro de parámetros normales de desarrollo, de renovación de su tecnología, de su equipamiento y esto que lo mantuviera al día de acuerdo a la evolución de la tecnología y otros tales como esos, entonces que es el punto 66 por ciento actual, eso vendría siendo unos Q2 mil 706 millones.
¿Cómo va el proceso del levantamiento del embargo militar que impuso Estados Unidos?
El embargo militar es una restricción al Estado guatemalteco, no al Ejército como tal; sin embargo, todo el mundo lo conoce como un embargo al Ejército de Guatemala. Esta es una condición en la que se encuentra el Estado guatemalteco, desde 1977, presuntamente porque en aquel momento el Estado de Guatemala incurrió en la no protección de los derechos humanos de las personas, de los habitantes. Eso hace ya más de 30 años; la institución armada hoy por hoy, después de la firma de los Acuerdos de Paz, específicamente es una institución totalmente diferente y renovada.
Hace aproximadamente un mes y medio tuve la oportunidad de visitar Washington, de platicar con personas del Departamento de Estado, del Congreso, de la Comisión de Apropiaciones del Departamento de Estado y con congresistas, personeros también del Departamento de la Defensa y les manifestamos esa situación y ellos estuvieron de acuerdo con nosotros, de que efectivamente el Ejército de Guatemala, como institución y el Estado de Guatemala en general es un Estado y una institución totalmente diferente, a aquella que hace más de 30 años le fue impuesto el embargo, y lo último que nos pidieron fue manifestar por escrito cuáles eran todas las acciones que habíamos tomado en función de cumplir con esas inquietudes que se nos han manifestado en algún momento, relacionados con los derechos humanos, con la doctrina, con la desclasificación de archivos militares, con una actitud institucional, con respecto al esclarecimiento de casos del pasado, la cual está perfectamente clara. Nosotros en cuanto a la información específicamente, lo que hacemos es cumplir con lo establecido en la Ley de Libre Acceso a la Información que está vigente en el país; los archivos militares también son un ejemplo de eso, están allí abiertos, hay un procedimiento legal que se utiliza para acceder a esa información y todo está funcionando bien. Hay un pequeño detalle que no está en nuestras capacidades todavía hacerlo, que es subir los archivos a internet, pero estamos buscando la colaboración necesaria para poderlo hacer y digamos que eso sería lo único que tendríamos pendiente, por lo demás, lo dije en Washington, a la gente del Departamento de Estado, esto es una situación de voluntad política, hacer el levantamiento de este embargo militar.
¿Qué opinión le merece que algunos sectores soliciten brigadas militares, pero que otros lo rechacen; por ejemplo en San Juan Sacatepéquez, donde ni siquiera se ha instalado una brigada y hay un grupo de pobladores que se oponen a la presencia militar?
Es cierto. Hay voces que se manifiestan en contra, pero lo hemos estudiado y la verdad es que la gran mayoría de las personas sí está de acuerdo con las actitudes que se están tomando, específicamente en los temas de seguridad, están respaldando la posición y las decisiones de señor Presidente. Las personas como en el caso de San Juan Sacatepéquez, que si usted lo analiza detenidamente, que diez aldeas de un municipio se manifiestan en contra de una decisión que todos los demás respaldan, pues entonces será una cuestión de pensar que hay que atender el bien de la mayoría para que podamos tener paz y tranquilidad en esa región. Sin embargo, nosotros hemos sido bien claros, no vamos a donde no nos llaman, nosotros vamos a donde la gente quiere que les apoyemos.
¿Cómo evalúan al personal de las fuerzas castrenses para evitar vínculos con el crimen organizado y el narcotráfico?
Tenemos varios sistemas para poder garantizar de alguna manera, aunque una institución hecha de personas nunca puede estar totalmente al cien por cien. Esto es una condición humana, sin embargo, los sistemas son buenos para que la mayoría y la generalidad estén dentro de parámetros adecuados de comportamiento. Para eso nosotros tenemos nuestro propio sistema de control interno, tenemos una organización dentro de la institución denominada la Dirección de Inteligencia, donde hay una sección específica que es de contrainteligencia, que es la encargada de estar vigilando el accionar de nuestro personal; periódicamente están pasando el polígrafo, nosotros ya contamos con polígrafo dentro del Departamento de Justicia del Ejército, y cuando tenemos alguna duda pedimos ayuda a otras instituciones, o incluso, a gobiernos amigos para que nos hagan estos exámenes y clasifiquen, califiquen y certifiquen a nuestro personal.
En el caso del coronel Edgar Ernesto Muralles Solórzano, quien fue visto en un video en una carrera de caballos, junto a Walther Horst Overdick, ¿todavía recibe un salario del Ejército?
Sí, claro, él tiene su salario como un Oficial del Ejército. Como le digo, las causales de baja para él, tienen que ser que sea sentenciado por un tribunal competente y que la sentencia quede en firme. Esa es una causal de baja, y la otra que él se tarde más de dos años en aclarar su situación y permanezca en la situación que actualmente se encuentra. Hasta entonces él sigue siendo miembro de la institución armada y está devengando el salario que le corresponde de acuerdo a su grado.
¿Qué salario le corresponde a él?
Es el salario de un Coronel. Aproximadamente de 10 mil 600 a 11 mil quetzales, dependiendo de su antigüedad y su escalafón.
En el tema de las fuerzas élite, específicamente de los Kaibiles, ¿Usted como Ministro de la Defensa ha considerado un plan de retiro para ellos, para que después de que presenten el servicio no queden en una condición de riesgo o para que sean captados por los grupos del crimen organizado?
Esto es una cuestión que a mí siempre me ha llamado la atención. Esta inquietud de las personas, porque yo creo que aquí lo que ha sucedido es que cuando se creó el curso Kaibil, se dio para crear un espíritu diferente dentro de las fuerzas militares del Ejército de Guatemala, porque había que enfrentarse a un enemigo de otra naturaleza. Entonces se creó este entrenamiento y se le dieron tres conceptos fundamentales que se toma en cuenta siempre que se hace un entrenamiento de esa naturaleza, y esos conceptos son el dogma, la veneración y el miedo. Para nosotros mismos ser kaibil era tremendo, porque no lo conocíamos, porque todo el mundo decía los kaibiles son lo último, es que comen gente, y el miedo de que voy al curso y no lo voy a poder superar porque es demasiado fuerte. Esto sirvió mucho para crear esta mística, pero kaibil y con la pregunta que usted me hace, allí es donde se encuentra el elemento objetivo del porqué kaibil es solamente espíritu, kaibil es una filosofía, una forma de pensar, no es un secreto de Estado.
Si nosotros estamos pensando en los kaibiles de tropa, que son los que se renuevan constantemente, ellos están sujetos a un entrenamiento básico y en relación a eso, nosotros no tenemos por qué hacer un plan de retiro, porque no llevan ningún conocimiento realmente que nosotros podamos clasificar como clasificado o secreto. El personal de especialistas es un personal que adquiere algún tipo de conocimiento de otro nivel, pero es una persona que se encuentra de planta presupuestada en los cuadros orgánicos de la institución y ellos son objeto de una carrera, duran con nosotros 30 años, si alguien hace el curso de kaibil lo va a tener que hacer cuando tenga 19, 20, 21, o tal vez 22 años; más tarde ya no lo puede hacer y puede durar con nosotros hasta 30 años de servicio. Igual es el caso de los oficiales, todos los oficiales. Por eso le digo, es una cuestión más de mente, espíritu y corazón, de mística; lo vamos a hacer cuando somos jóvenes oficiales, cuando somos tenientes, subtenientes, ya el que va de capitán está algo atrasado y tiene muy pocas posibilidades de triunfar en el entrenamiento, está sujeto a los sistemas de carrera y profesionalización en el Ejército, cuando salgan van a ser hombres de 55, de 60 años, no creo que alguien más los contrate para otra cosa que no sea ir a cuidar a sus nietos.
Llama la atención lo que usted dice, pero esta fuerza es una de las más cotizadas dentro de los grupos del crimen organizado
Eso es lo que se dice, señorita, pero efectivamente hay cajas de resonancia. Nosotros hemos hecho análisis concienzudos, maduros y profesionales al respecto, porque a nosotros nos afecta, y la última vez llegamos a la conclusión de que se han graduado 6 mil kaibiles en toda la historia y han estado señalados de eso 14 kaibiles. Si usted saca un porcentaje, se va a dar cuenta que es insignificante.
¿Cuáles son las metas a largo plazo?, usted recién inicia, pero ¿cómo pretende terminar, cuáles serían los logros que pretende alcanzar?
Déjeme decirle que yo no puedo estar los cuatro años en este puesto. La ley establece una fecha límite para que yo cause baja en el Ejército por jubilación. Seguramente alguien terminará estos cuatro años de gobierno siendo el Ministro de la Defensa; eso lo decidirá el señor Presidente. Sin embargo, los objetivos del Ministerio son que se nos asigne el presupuesto que nos corresponde en función del espíritu de los Acuerdos de Paz, recuperar nuestras capacidades y empezar a ver los albores de la modernización de nuestro equipo, de nuestra tecnología, para brindarle un mejor servicio a la población guatemalteca en su defensa y en la protección, en caso de presentarse desastres naturales, o en caso de calamidad pública, donde tengamos que actuar dentro de los conceptos establecidos en el artículo 244 de la Constitución y en el artículo 249, que esas son nuestras obligaciones principales y son constitucionales, están enmarcadas dentro de la Constitución Política de la República de Guatemala. Tener la capacidad de hacer eso, sería el objetivo ideal para cualquiera que se siente aquí como Ministro de la Defensa.