Los veinte municipios del país más afectados por los derrumbes y desbordamiento de ríos -ocasionados por las lluvias de ayer- fueron declarados en Estado de Calamidad.
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La medida obedece a la situación de riesgo en que se encuentran varias poblaciones en Zacapa, Alta Verapaz, Izabal, Quiché, Petén, San Marcos, Huehuetenango, Sololá, y Guatemala, indicaron fuentes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Según Alejandro Maldonado, director ejecutivo de Conred, la crecida y desbordamiento de ríos, así como el deslizamiento de tierra han provocado que varias aldeas se encuentren incomunicadas y seriamente afectadas por la falta de viviendas.
El vicepresidente Rafael Espada indicó que la declaratoria permitirá que el Gobierno disponga de aproximadamente Q40 millones para atender las emergencias y eventualidades que surjan.
«No estábamos preparados» refirió el vicegobernante, quien señaló que la Conred no se encuentra en capacidad para atender las emergencias debido a su debilidad institucional y al poco presupuesto asignado.
Zona de riesgo
En la Ciudad Capital se identifican 150 asentamientos considerados como zonas de riesgo, en donde los habitantes se encuentran expuestos a ser víctimas de derrumbes y deslizamientos de tierra.
En el relleno sanitario de la zona 3 se produjo este mediodía un desprendimiento de tierra, que dejó a aproximadamente a veinte personas soterradas, y a tres fallecidas.
El Cuerpo Voluntario de Bomberos que atendió la emergencia consiguió trasladar a ocho personas que se encontraban heridas hacia la sala de emergencias del Hospital Roosevelt.
Los trabajos de rescate efectuados por los cuerpos de socorro continuaron durante el transcurso de la tarde, sin embargo fue imposible determinar el número de víctimas desaparecidas por el siniestro.
El desbordamiento del río Villalobos ocurrido en la tarde de ayer, obligó a cientos de personas que habitan en Colonias cercanas a dejar sus casas, debido a las inundaciones y el deslave del terreno.
El panorama se mostraba desolador esta mañana, cuando 500 personas fueron albergadas en centros de atención improvisados en escuelas y se informó que una mujer en estado de gestación y una bebé de seis meses de edad fallecieron tras haber sido arrastradas por la corriente.
Interior sin prevención
La Unión, Zacapa, es uno de los municipios declarados en Estado de Calamidad, de donde varias familias fueron desplazadas hacia áreas periféricas para ser albergadas en improvisados centros de atención.
El presidente ílvaro Colom visitó las zonas más afectadas, en las que se coordinó la implementación de un plan de emergencia en conjunto con la Secretaría de Coordinación Ejecutiva, el Ministerio de Comunicaciones y Conred.
Maldonado señaló que en la primera fase del plan se intenta rescatar a las personas en áreas de riesgo y atender a quienes permanecen en los albergues, mientras que posteriormente se intensificarán los esfuerzos para despejar la red vial afectada por los derrumbes.
En Sayaxché, Petén se produjo el desbordamiento de tres ríos que acabaron con aproximadamente 500 viviendas dejando a cientos de familias sin hogar y sin alimentos, debido a que los cultivos también fueron dañados.
Rafael González, coordinador general de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC), se lamentó y manifestó su preocupación debido a los últimos acontecimientos en el país, donde varias personas han muerto a causa de los deslaves, derrumbes y desbordamientos de ríos, a causa de las intensas lluvias.
El activista dijo que las poblaciones indígenas son siempre las más afectadas cuando ocurren estas tragedias, debido a las condiciones en las que viven. «En esta temporada no sólo ha habido pérdidas materiales, sino humanas, que es lo más lamentable».
González argumentó que eventos como los sucedidos en el municipio de La Unión, Zacapa, se generan debido a que las tierras donde habitan estas poblaciones no les ofrecen garantía alguna para su seguridad.
Advierte que el hecho de habitar y cultivar en terrenos como las laderas, cerros, montañas, los hace muy vulnerables durante esta época, ya que no sólo se pierde la agricultura sino también la vida de las personas.
«No tenemos esa posibilidad y nunca hemos tenido el acompañamiento del Gobierno, para resolver. Las instituciones solo dan a conocer las pérdidas, pero no las posibilidades para enfrentar la situación», señaló el entrevistado.