Salim Hamdan, ex chofer de Osama bin Laden, fue declarado culpable hoy en la base estadounidense de Guantánamo del cargo de «respaldo material al terrorismo» por un jurado militar.
Salim Hamdan, un yemenita de unos cuarenta años es pasible ahora de cadena perpetua, al cabo de un juicio ante un tribunal militar de excepción, el primero desde la Segunda Guerra Mundial.
El jurado en cambio desestimó el cargo de «complot».
Durante los quince días del juicio, los abogados de la defensa, incluyendo un militar, intentaron mostrar que su cliente era un simple empleado deseoso de ganarse la vida y no el «militante exaltado» de Al-Qaeda que describió la acusación.
En efecto, el fiscal del Departamento de Justicia John Murphy presentó a Hamdan durante el proceso como uno de los peores secuaces de Bin Laden.
«Es un guerrero de Al Qaeda. Ha causado heridas, y la gente con la que ha trabajado ha causado heridas al mundo», dijo Murphy al jurado.
Pero los abogados de Hamdan, que anunciaron que apelarán, alegaron que si bien sirvió como chofer de Bin Laden, Hamdan no estaba implicado en ninguna actividad terrorista.
«Algún día atraparemos a Osama bin Laden. Ustedes no deberían castigar al chofer del general por los crímenes del general», dijo el defensor militar Brian Mizer a la corte.
La Casa Blanca afirmó en tanto que el de Hamdam fue un «juicio justo».
«Nos complace que Salim Hamdan recibiera un juicio justo», dijo el portavoz Tony Fratto.
Hamdan, un hombre con una educación de cuarto grado de primaria que ha pasado más de seis años en la prisión de Guantánamo, estaba ansioso mientras aguardaba el veredicto, dijo otro de sus defensores, Charles Swift.
«Está tenso», dijo el letrado. «Se mantiene tan bien como cualquier cliente que haya tenido en esta etapa de los procedimientos».
Defensores de los derechos humanos anticipaban un veredicto de culpable en al menos algunos de los cargos, y los abogados posiblemente levantarán objeciones a la evidencia que presentaron los fiscales.
Grupos de derechos humanos han criticado el juicio como prueba de que el sistema de tribunales especiales debería ser removido en favor de cortes regulares civiles o militares, diciendo que se permitieron dudosos interrogatorios como evidencia.
Human Rights Watch, con base en Nueva York, dijo que «las declaraciones hechas en Guantánamo fueron permitidas como evidencia, a pesar de informes de que Hamdan había sido sujeto a una extensa privación del sueño, acoso sexual y otros abusos».
«Un juicio que depende de poner trabas a la defensa no puede ser justo», dijo Jennifer Daska, consejera de contraterrorismo en Human Rights Watch.
La Casa Blanca afirmó que el de Salim Hamdam, ex chofer de Osama Bin Laden preso en la base estadounidense de Guantánamo en el marco de la «guerra al terrorismo», fue un «juicio justo», tras saberse que los seis jurados militares lograron hoy un veredicto.
«Nos complace que Salim Hamdan recibiera un juicio justo», dijo el portavoz Tony Fratto luego de que el ciudadano de Yemén fuera declarado culpable en el cargo de respaldo material al terrorismo.