Declaración polí­tica de la V Cumbre del ALBA


En la edición de LA HORA ?Tribuna, no mostrador? del lunes anterior, escribí­ algunas notas al respecto, pero insuficientes, porque todaví­a no disponí­a del texto de la Declaración Final pronunciada en la V Cumbre. Ahora, que ya la he recibido presentaré un resumen de dicha Declaración, a la cual hay que reconocerle que sienta bases sólidas y fraternales para el futuro desarrollo e integración de los pueblos indo, afro, hispanoamericanos.

Alfonso Bauer

No está de más, decir que ALBA, es el proyecto del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que orienta el panamericanismo, a la luz de los ideales de Simón Bolí­var, como el dirigente de la Revolución Cubana, Fidel Castro, lo orienta a la luz del Héroe de Dos Rí­os, José Martí­. ALBA, es la sigla de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, como Martí­ les llamó a los del Continente, de México al Polo Sur.

La Declaración fue aprobada por representantes de movimientos sociales y polí­ticos de la América continental e insular, así­ como por ministros de Estado, altos funcionarios públicos de distintos paí­ses, entre quienes estuvo René Preval, Presidente de Haití­, e invitado de honor. Los suscriptores de la Declaración, fueron los Presidentes Chávez, de Venezuela; Vicepresidente de Cuba, Carlos Lage; Evo Morales, de Bolivia y Daniel Ortega, de Nicaragua.

COMPENDIO DE LA DECLARACIí“N

El principio rector del ALBA «es la solidaridad más amplia entre los Pueblos de América Latina y el Caribe, sin nacionalismos egoí­stas ni polí­ticas nacionales restrictivas que puedan negar el objetivo de construir la Patria Grande que soñaron los próceres y héroes de nuestras luchas emancipadoras».

En el ámbito de un desarrollo independiente, la integración y unión de América Latina y el Caribe ha de priorizar la complementariedad económica regional, hacer realidad la voluntad de promover el desarrollo de todos y fortalecer una cooperación genuina, basada en el respeto mutuo y la solidaridad. Ejemplo, de ello es el incremento sostenido del comercio compensado y justo entre Cuba y Venezuela y, también, el conjunto de empresas mixtas de ambos paí­ses y el financiamiento brindado a Bolivia, por Venezuela, para diversos programas sociales y el impulso a la generación de energí­a eléctrica, producción agrí­cola y suministros de insumos para las industrias de Nicaragua.

El ALBA, basado en los principios de solidaridad, cooperación genuina y complementariedad, se propone en función del bienestar de los pueblos, y de la formación integral e intensiva del capital humano y atención de las necesidades y aspiraciones de hombres y mujeres, el aprovechamiento racional de los recursos naturales (incluido su potencial energético), con lo que ha demostrado su fuerza y viabilidad como una alternativa de justicia frente al neoliberalismo y la inequidad.

El ALBA es una alternativa que constituye una alianza polí­tica estratégica, cuyo propósito fundamental en el mediano plazo es producir transformaciones estructurales en las formaciones económico sociales de las naciones que la integran, para hacer posible un desarrollo compartido, que garantice la inserción exitosa y sostenible en los procesos de producción e intercambio del mundo actual, para colocar la polí­tica y la economí­a al servicio de los seres humanos.

Respecto a la Revolución Cubana se valoró que, a pesar de la agresividad del imperialismo y del bloqueo de los EUA, ha edificado una sociedad cualitativamente superior, desplegando al mismo tiempo una trascendente labor de apoyo internacionalista a los paí­ses más pobres.

La Declaración considera que se ha abierto nuevas perspectivas de integración y fusión que forman parte del salto cualitativo que promueven los profundos ví­nculos de cooperación establecidos. Se han contraí­do compromisos para construir espacios económicos y productivos de nuevo tipo, que produzcan mayores beneficios a nuestros pueblos y para ello se crearán empresas GRANNACIONALES (en próximo artí­culo escribiré sobre éstas) e instituciones para la cooperación de nuestros paí­ses en materias como: educación, salud, energí­a, comunicación, transporte, vivienda, vialidad, alimentación. Además, se promoverá el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) con intercambios justos y equilibrados.

Por último, la Declaración expresa el regocijo de los participantes en la V Cumbre, al conocer la Declaración Polí­tica, firmada el 17 de febrero en San Vicente y las Granadinas, por gobiernos del Caribe, en la que manifiestan su voluntad de propiciar profunda cooperación y unidad entre la Comunidad del Caribe (CARICOM) y el ALBA y el TCP.