Declaración en La Habana


Del 16 al 18 de mayo se realizó el Tercer Coloquio Internacional «José Martí­ y las Letras Hispánicas». Nos reunimos en La Habana, convocados por la voz clara y recia del apóstol cubano, en una celebración de la palabra. El más universal de los cubanos permanece en los ideales de emancipación mental y de unidad continental, conscientes que los males de nuestros pueblos tienen su origen en la fragmentación, en especial, porque quienes nos dirigen tienen su vista puesta en las metrópolis (antes Europa y ahora Estados Unidos), antes de mirar su propia entraña, tan dolida por los despropósitos como esperanzada en un mañana diferente.

Marco Vinicio Mejí­a

La vigencia de Martí­ no se encuentra sólo en la recreación literaria, en sus crónicas de anticipación, en su conciencia ensayí­stica, sino en el ejemplo luminoso de quien es coherente entre el pensar y el hacer. Cuba continúa como un referente inevitable de dignidad, lúcida resistencia y valentí­a, rasgos que bien escasean en nuestras decisiones como pueblos. No nos reunimos para rendir culto, intercambiar textos hagiográficos o mantener la tradicional visión romántica del poeta. Martí­, ante todo, es un polí­tico que nos guí­a, que nos insta a dar lo mejor de sí­ para la libertad de nuestros paí­ses.

Ayer, durante la culminación de este encuentro internacional, suscribimos la siguiente declaración: «Los académicos, profesores e investigadores de Guatemala, Estados Unidos, Venezuela, México y Cuba, reunidos en el III Coloquio Internacional ’José Martí­ y las Letras Hispánicas’, celebrado en el Centro de Estudios Martianos, animados del espí­ritu de equidad y justicia de José Martí­; indignados por la liberación del mercenario Luis Posada Carriles, mercenario inveterado, responsable del asesinato de mujeres y hombres valiosos e inocentes del pueblo cubano y otros pueblos de América Latina, poseedor de una larga hoja de depredaciones terroristas; conscientes de los extremos de infamia que han alcanzado algunos representantes del sistema jurí­dico norteamericano, dirigidos directamente desde la Presidencia de los Estados Unidos; alarmados por el injusto encarcelamiento de cinco héroes cubanos, culpables sólo de haber frustrado algunos de los planes de agresión contra el pueblo cubano, queremos hacer patente nuestra repulsa más vigorosa por esa nueva manifestación de atrofia moral y absoluta ausencia de ética.

Al hacerlo, también queremos hacer llegar a todos los cubanos nuestras expresiones más sinceras de desagravio por la nueva humillación de que han sido objeto, en la seguridad de que continuarán respondiendo dignamente a todo intento de desestabilizarlos; que mantendrán, y aún fortalecerán, la unidad ejemplar por la que luchó Martí­ y ha sido siempre su más notable rasgo, y continuarán ejerciendo su generosa vocación de paz y solidaridad humana con todos los pueblos del mundo.

Dado en La Habana, a los 18 dí­as del mes de mayo de 2007. Año 49 de la Revolución».