Con degustaciones de comida, música, bailes y concursos, los productores avícolas de Costa Rica y centenares de curiosos celebraron este viernes en una plaza el Día Mundial del Huevo bajo el lema: «yo soy un come huevos de corazón».
ALAJUELA.- A los pies del monumento a Juan Santamaría, el máximo héroe del país, los organizadores instalaron puestos para regalar diversos platos a base de huevos, como tortillas y flanes, y organizaron un concurso en el que participaron decenas de pequeños productores para encontrar el huevo más grande del país.
El ganador de este concurso fue Manuel Venegas, un pequeño productor de aves de 64 años de edad, cuyo huevo pesó 168 gramos, 10 gramos más que el del ganador del año pasado.
También hubo un concurso de danzas, titulado «bailando por un huevo», parodiando un popular programa de televisión que se transmite en varios países.
Costa Rica tiene un consumo anual de 170 huevos per capita, 25% más que el promedio de América Central, por lo que los productores, agrupados en la Cámara Nacional Avícola, no tuvieron problemas para congregar a centenares de personas en la plaza principal de la ciudad de Alajuela, vecina a San José.
Durante toda la mañana los productores dieron charlas sobre los beneficios de consumir este antiguo alimento que producen las gallinas, mientras estudiantes de Nutrición de la Universidad de Costa Rica hacían exámenes para determinar el porcentaje de grasa de los asistentes y les recomendaban dietas a base de huevos.
Largas colas se formaron en la plaza Juan Santamaría para degustar, en forma gratuita, platos preparados por elegantes cocineros, mientras orquestas de niños tocaban música típica ante los asistentes, entre los que había también muchos niños.
El presidente de la Cámara Avícola, Antonio Echeverría, explicó que el Día Mundial del Huevo fue instituido hace siete años por la FAO, la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU, y en América Latina es celebrado por las organizaciones de productores, desde México a Argentina.
Echeverría, quien no cría gallinas ni produce huevos sino que tiene un negocio de alimento para aves, contó que la principal «come huevos» de su familia es su esposa Marta, algo que ella admitió con orgullo.
«Yo soy la «come huevos» de la casa definitivamente. Me como todos los días dos huevos al desayuno, desde hace 20 años, y jamás he tenido una gota de colesterol», dijo la mujer.
«El problema no son los huevos, sino los aceites o las grasas en que los cocinan. Esos son los dañinos», agregó.
Los «ticos» consumen en promedio un huevo cada dos días, la mitad que en Estados Unidos, México, España y Gran Bretaña, naciones donde se consume uno por día, pero superior al del resto de América Central, donde la gente come un huevo cada tres días, explicó Echeverría.
El huevo es la fuente de proteínas más barata, frente a los altos precios de la carne, por lo que es un alimento muy popular en familias pobres, dijo Echeverría, pero destacó que también es apetecido por ricos y famosos, como la cantante y actriz estadounidense de origen latino Jennifer López.
Mientras Echeverría hablaba con la prensa, varias muchachas vestidas de cocineras levantaban letreros con el lema de la celebración, «Yo soy come huevos de corazón», y regalaban al público cajitas con cuatro unidades.
Cuando terminó la celebración y se retiraron los toldos, se podían observar en el suelo decenas de huevos quebrados por traviesos niños que celebraron este día mundial.