El presidente Barack Obama defendió ayer la decisión de su secretaria de Salud para evitar que la llamada píldora de la mañana siguiente llegue a las estanterías de las farmacias al lado de los condones.
«Como el padre de dos hijas», señaló, «pienso que es importante que nos aseguremos de aplicar algo de sentido común a algunas normas cuando se trata de medicinas sin prescripción». El presidente habló la mañana siguiente de que su gobierno dejó atónitos a importantes grupos de médicos y defensores de la salud de las mujeres con la decisión.
La píldora de la mañana siguiente puede prevenir el embarazo si se toma con la suficiente rapidez después de haber tenido sexo sin protección. La secretaria de Salud Kathleen Sebelius desautorizó a científicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) que se aprestaban a eliminar un controvertido límite de edad y permitir que Plan B, el primer anticonceptivo de emergencia, pudiera ser adquirido sin receta por personas de cualquier edad.
Sebelius decidió que las niñas pequeñas no deberían poder comprar la píldora solas, al argumentar que le preocupaba que una niña de 11 años supiera cómo usarla apropiadamente.
Obama dijo que Sebelius tomó la decisión de manera independiente. Pero añadió que cree que estaba preocupada por las mujeres jóvenes que podrían experimentar dolorosos efectos secundarios. «Creo que la mayoría de los padres probablemente se sentiría igual».
Por ahora, Plan B seguirá vendiéndose en farmacias pero sólo bajo prescripción médica a mayores de 17 años que puedan demostrar su edad.
La decisión de Sebelius es «médicamente inexplicable», dijo el doctor Robert Block de la Academia Estadounidense de Pediatría, uno de varios grupos médicos que argumentan que la venta de anticonceptivos de emergencia en mostrador podría reducir el alto número de embarazos no deseados del país.
Los pediatras dicen que la píldora de la mañana siguiente, que contiene una alta dosis de la misma hormona femenina que está en las píldoras anticonceptivas normales, es segura, especialmente en comparación con otras medicinas que se venden sin receta médica.
La medida tiene implicaciones políticas cuando se avecina un año de elecciones presidenciales, y ha enfurecido a muchos demócratas. La senadora Patty Murray instó a Sebelius a explicar su decisión. Pero también podría servir para mostrar a los independientes, cuyo apoyo será clave en los comicios presidenciales, que Obama no es el ideólogo liberal que aseguran los republicanos.