Las seis potencias que negocian en el contencioso nuclear iraní se dijeron «decepcionadas» hoy por la actitud de Teherán, que no respondió «positivamente» a la oferta de la AIEA sobre su enriquecimiento de uranio, pero descartaron por ahora recurrir a sanciones.
«Estamos decepcionados por la falta de progresos» desde la reunión entre los Seis e Irán el 1 de octubre en Ginebra, indicó el representante de la Unión Europea, Robert Cooper, tras un encuentro entre altos funcionarios de los Seis (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania) en Bruselas.
La República Islámica «no respondió positivamente a la propuesta de acuerdo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) sobre un reactor nuclear de investigación en Teherán», dijo el representante europeo.
Irán, además, «no se ha implicado en un diálogo intenso y en particular no aceptó (celebrar) una nueva reunión» antes de fines del mes de octubre, como se comprometió a hacerlo en Ginebra, lamentó Cooper.
Los seis exhortaron a los iraníes a mantener un «diálogo serio».
Un alto responsable europeo precisó por su parte que la cuestión de imponer eventuales nuevas sanciones a Irán había sido abordada durante la reunión en Bruselas pero «no de forma específica».
«Hubo una conversación general sobre las sanciones. La respuesta es que todas estas cosas dependen de un calendario y éste no era el buen momento», agregó este responsable bajo el anonimato sin precisar el porqué.
«La estrategia de doble aproximación sigue en vigor» frente a Irán, agregó, en referencia a la política de la comunidad internacional basada en ofrecer cooperación a los iraníes y al mismo tiempo amenazarlos con sanciones.
Teherán rechazó el miércoles una oferta de la AIEA para enviar al extranjero su uranio débilmente enriquecido.
El director general de la Agencia, Mohamed ElBaradei, se mostró empero optimista el viernes, al estimar en Berlín que Irán todavía no había dado una «respuesta definitiva» y confiar en hallar un acuerdo «antes de fines de año».
Según la propuesta de la AIEA, alrededor de un 70% del uranio enriquecido al 3,5% sería enviado por Irán a Rusia, donde sería enriquecido a un porcentaje más alto y luego transformado en Francia en combustible para un reactor de investigación en Teherán.
El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó el jueves que Estados Unidos y sus aliados discutían las «consecuencias» para Irán de su rechazo e incluso mencionó implícitamente un aumento de las sanciones.
Irán ya está sometido a tres resoluciones de la ONU que contemplan medidas punitivas.
El jefe de la diplomacia iraní, Manuchehr Mottaki, afirmó esta semana que su país quería una nueva reunión «técnica» con Estados Unidos, Rusia y Francia, bajo la égida de la AIEA, para hablar del proyecto de intercambio de uranio por combustible, pero puso como condición de que se haga en su territorio, sin el envío al extranjero.
Pero la transferencia de uranio enriquecido iraní al extranjero es precisamente lo que calmaría la preocupación de la comunidad internacional, que teme que Teherán persiga fines militares.