Decencia y pulcritud de políticos fogueados


Eduardo-Villatoro-2013

En vista de que por circunstancias especiales me ausenté de mi entorno y voluntaria, espontánea y deliberadamente me aislé de medios impresos y electrónicos, ayer tarde cuando retorné dispuse revisar las noticias más importantes, con el objeto de enterarme de lo más sobresaliente que había ocurrido durante mi ausencia y redactar un artículo sobre lo acaecido en ocho días, con los ejemplares de La Hora a mi lado.

Eduardo Villatoro


Pero no fue necesario realizar un recorrido visual que abarcara ese lapso, porque dos días fueron suficientes para darme cuenta que persisten las mismas habilidades de políticos y funcionarios públicos, aderezadas con salsas de entusiasmo y rociadas con buena dosis de optimismo, como el titular del martes 2: “(El) Pacto fiscal fracasó por la corrupción”, por falta de aprobación de leyes de transparencia que deja a medias la reforma fiscal. Pero esto es sólo un aperitivo.

El lunes 1 y en la página 2 de este vespertino sobresale la insólita información titulada “Lider expulsa a diputado por ofrecer casillas a alcaldes”, porque “Va en contra (de) la ética el partido”. Es como para que a cualquiera que padezca de sofocos le provoque un infarto al miocardio y caiga muerto del susto. Imagínese usted que el diputado Edgar Ajcip (exdirector de Fonapaz, para más señas o lunares de tigre), de la bancada de Libertad Democrática Renovada, anunció la expulsión de Rodolfo Castañón de la filas del partido, a causa que este desentonado congresista estaba ofreciendo candidaturas de alcaldías a líderes municipales de San Marcos, “a cambio de altas cantidades de dinero”, sin que –añado de mi parte- haya puesto en antecedentes a la dirigencia nacional de esa organización,  conducta que “va en contra de la ética y la moral del partido”.

¡Cómo va a ser posible que un diputado de segunda mano y de tercer eslabón se arrogue facultades que no le han conferido!, pensaría indistinto guatemalteco del montón que ignora que también los políticos guardan en un rinconcito de su amable y púdico sentimiento un recóndito espacio donde se esconde la decencia, el pundonor y la honestidad, de manera que un parlamentario sin pedigrí no puede por sus pistolas atravesar las fronteras de la honorabilidad y el prestigio del resto de camaradas que se esmeran por mantener a toda costa sagrados valores y principios, producto de costaladas de sudor y cántaros de lágrimas de sangre del resto de secuaces, digo de compañeros legisladores.

El martes 2 me topé, así de entrada y sin advertencia con el dulce, risueño y beatífico rostro de ese patriota de anchas bolsas y profundos pensamientos que se ha desvelado por el bienestar de los dichosos habitantes de Chinautla. Allí en la portada y con la mano derecha empuñada en alto, como corresponde a un estadista en ciernes, aparece el alcalde Arnoldo Medrano, desafiando a la injusticia, cabalmente frente a la Torre de los Tribunales.

(El sensato Romualdo Tishudo me dijo al oído:-Sólo con estas dos noticias ya podés dormir tranquilo porque la patria está a salvo).