Kimi Raikkonen, en ’pole’ en su debut con Ferrari, ganó el Gran Premio de Fórmula 1 de Australia, que abrió el Mundial 2007 ayer domingo en Melbourne, sin que los McLaren-Mercedes de Fernando Alonso y Lewis Hamilton llegaran a amenazarle.
La superioridad de los Ferrari es tal que a Raikkonen no le sorprendió esta décima victoria de su carrera. «Nos lo esperábamos un poco desde ayer», admitió encantado el corredor triunfador (filandés), que no saboreaba el triunfo desde Japón 2005.
Por su parte, McLaren-Mercedes logró colocar al bicampeón del mundo, el español Fernando Alonso, y a su joven compañero de escudería Lewis Hamilton, que debutó de forma destacada en la Fórmula 1, en los otros dos peldaños del podio. «No pude tener el ritmo que hubiera querido, pero dimos el máximo hoy» ante el Ferrari de Raikkonen, que «fue muy rápido», añadió el asturiano (Alonso), de 25 años.
Para su compañero, este primer fin de semana en la Fórmula 1 fue mejor que bueno. «Estoy en una nube», decía el británico de 22 años. «Haber estado en cabeza en mi primer Gran Premio, con la presión añadida de tener detrás al campeón del mundo es realmente fantástico», decía entusiasmado.
En el lado opuesto, la decepción fue para Renault, porque Giancarlo Fisichella y Heikki Kovalainen no supieron defender el estatus de campeón del mundo de constructores que dejó en herencia Alonso al equipo de Flavio Briatore.
«La carrera fue más difícil de lo que esperábamos», decía ’Fisico’. «Esto nos ha hecho ver que tenemos muchísimo trabajo por delante para volver a ser competitivos. Esperábamos más en todos los niveles», lamentó por su parte Briatore.